Semana en la que de nuevo ha quedado claro el “querer y no poder”: estamos en un mercado que sólo recibe impulsos alcistas bien como rebote a una fuerte caída (como pasó la primera semana de febrero respecto a enero) o bien cuando algún estado prepara planes de inyección monetaria. El comienzo alcista de la semana había sido por la esperanza en un Plan Bancario que por fin hiciera tabla rasa sobre todos los activos tóxicos y así limpiar el balance de toda la banca para empezar de cero. No fue posible -y en mi opinión ha sido una suerte- imagino que porque el coste hubiera sido desorbitado (aunque se aprobaron nuevas voluminosas ayudas) incluso para los EUA. En Japón en 1996 para arreglar la crisis bancaria se les permitió contabilizar los activos a precios históricos en lugar de a precios de mercado (el “mark-to-market”) y no sirvió de nada. En España también se han tomado medidas “cosméticas” (el Real Decreto Ley 10/2008 del que ya comenté aquí ha ayudado mucho a los resultados de los bancos al evitar muchas quiebras empresariales) y no descarto se apliquen más pero como bien dice el profesor Montalvo la contabilidad creativa sólo puede funcionar en una crisis de corta duración. Y cada día es más evidente que ésta no lo es.
Según recoge John Mauldin los “expertos” a día 6 de febrero calculaban la media de beneficios de las empresas del SP500 de 2008 en 29.57$ (casi 4 veces menos de lo que preveían un año atrás) y para el 2009 calculan un beneficio de 41.88$, lo cual parece muy extraño teniendo en cuenta que los datos macro están siendo bastante peores en este 2009 de los que lo fueron en 2008. Esto podría significar que estos mismos expertos esperan realmente una fuerte recuperación económica este mismo año pero lo que parece es que creen que el sector financiero -al menos en los EUA- va a mejorar resultados respecto al 2008 de forma espectacular… De hecho el martes publicó unos resultados nefastos UBS (http://www.euribor.com.es/2009/02/10/ubs-pierde-en-2008-el-triple-que-el-ano-anterior-y-bate-su-record-historico/ ) y la acción apenas lo notó, entre otras cosas porque dio buenas previsiones para los resultados del 2009. ¿Es factible pensar que por fin hemos visto el suelo de los malos resultados bancarios? En concreto estos datos demuestran que aún no estamos en la peor crisis bancaria de la historia (aunque sea la más global) ni por caída bursátil ni por valor en libros:
Independientemente de que tengan o no razón, lo que sí parece claro es que no está descontado por los mercados el peor de los escenarios posibles, aunque a veces tengamos esa impresión. Tampoco en lo que respecta a la economía, como esta misma semana ha reconocido un miembro de BCE (Liikanen) que textualmente ha comentado que “no se puede decir que lo peor ha pasado ni mucho menos”. Y si dejamos la bolsa resulta que Moody’s cree que en 2009 habrá un número enorme de quiebras de emisores de deuda basura, (aquellas cuyo rating sea inferior al grado de inversión y considerado puramente especulativo). Su cálculo es que la tasa de quiebra de estos emisores ha subido al 4,8% desde el revisado 4,1% de 2008 y del 1,1% hace un año. No son cifras alarmantes pero su estimación futura llega a tasas del ¡15,5%! en enero de 2010.
Con todo, lo que imagino más interés despierta es la situación en España que en algunos aspectos es crítica. Según estas cifras si la situación no cambia mucho (y nuestro propio presidente reconoce que aún no hemos tocado fondo) el actual “Estado de bienestar” está en peligro, desde el INEM -que ya necesitó una inyección adicional en 2008- hasta las pensiones pasando por la reciente Ley de Dependencia que nadie sabe cómo financiar…y eso sin tener en cuenta el gasto en educación y sanidad. El principal motivo es evidente: la reducción de la población activa (sin bajar en la misma proporción la población activa empleada en las administraciones públicas para cuyos emolumentos también hay que recurrir a los ingresos de la Administración) que procede no sólo del aumento del paro, también del fin de las otrora numerosas altas en la S.S. de mujeres y emigrantes. Esta semana se daba el dato de un millón cuatrocientas mil personas oficialmente paradas que no cobran seguro por desempleo, es decir, que viven de ahorros o del apoyo de familiares y amigos. Aunque un porcentaje de ellos tengan ingresos de dinero B, aún así nos queda una cifra muy alta y con visos de ampliarse, es un drama social tremendo.
En otras crisis se pudo salir porque muchos ahorraron durante la época mala y en cuanto se recuperó la confianza volvieron a consumir, yo veo el mismo proceso en esta: hay mucho dinero esperando sentir confianza para impulsar el gasto y la inversión y de hecho las cifras de ahorro me dan la razón. Pero la gran diferencia es que esta vez los estados están arriesgando tanto que se pueden quedar sin recursos antes de salir de la crisis y si se da este caso tendrán que recurrir o bien a los ahorros de los ciudadanos -elevando impuestos- o bien a reducir las prestaciones sociales. Esperemos no necesiten hacer ninguna aunque mi mayor miedo es que tengan que aplicar las dos.