Generalmente cuando hablamos de burbujas y crisis en mayúsculas pensamos en lo que vivió Japón en los 80, pero este mismo país sufrió una curiosa crisis de liquidez hace exactamente 30 años momento en el cual el banco de Japón se vió obligado a producir más monedas de 100 Yenes (dicen que hasta 4 veces más) debido a la enorme demanda que había. ¿La culpable? Una máquina recreativa inspirada en la guerra de los mundos de HG Wells. Había llegado el “Space Invaders” (los marcianitos). Tal fue el impacto que llegaron a abrirse salones recreativos únicamente dedicados a Space Invaders.
Una de las razones de su enorme éxito radicaba en que se trataba del primer juego que introducía el concepto “Hi-Score” lo cual tocaba el orgullo del jugador, animaba la competencia así como el instinto de superación. Es curioso ver como la “transparencia” en mostrar los resultados fue la clave para sus enormes ventas (más de 500 millones de dólares en concepto de licencias de explotación) justo lo contrario de lo que se estila ahora en los mercados.
La comparación de la falta de monedas de 100 Yenes con las actual crisis de liquidez es muy ilustrativa. Teníamos al pobre niño japonés que tras esperar a que abra el salón recreativo después de salir de clase (en Japón está prohibido abrirlos en horario escolar), se encuentra muerto de ganas por jugar a la maquina de la que todo el mundo habla pero resulta que solo tiene un billete de 500 Yenes y nadie, excepto el macarra de camiseta blanca sin mangas de la sala de juegos, tiene las codiciadas monedas. ¿Que ocurre? Que se ve obligado a aceptar el chantaje de cambiar 1 billete de 500 Yenes por 4 monedas de 100. Lo mismo le está ocurriendo ahora a los bancos, ayer por ejemplo, estaban pagando tipos a más del 10% cuando deberían estar al 2%. No hay dinero y el que hay se paga muy caro. Lo que digo, no es nada nuevo, es simplemente la ley de la oferta y la demanda, pero a veces se nos olvida que esta ley también funciona para algo tan peculiar como es el dinero.
Se puede considerar que el Space Invaders fue el comienzo de la explosión de un sector que actualmente es el que más factura en entretenimiento y que además no sabe de crisis ya que este año sus ventas han subido un 15%.
Ayer teníamos también un “Invader” que ponía en peligro la economía del planeta, se trataba de AIG, la mayor aseguradora del mundo y como en una buena película de ciencia ficción llegó a última hora el superhéroe para salvar a la humanidad, en este caso la FED con un crédito puente de 85.000 millones de dólares. La situación de AIG como os podéis imaginar no era buena, este año pasó de ganar 4.130 millones de dólares a perder 7.805 millones.
Así que en momentos en los que todo no puede ir a peor, nos queda el consuelo de que algo tiene que mejorar, eso es lo que leemos en este artículo de Cotizalia.
No es que no sea consciente de la magnitud del problema que estamos viviendo, que lo soy. Pero, pese a ello, o precisamente por ello, creo que, por primera vez en mucho tiempo, el mercado entra en una dinámica propia de selección natural, darwiniana cabría decir, en la que la supervivencia de los más fuertes que, en este caso, paradójicamente, son los más prudentes, va a cobrar finalmente cuerpo. Y eso es un motivo para la esperanza.
También es un buen momento para encontrar buenas gangas, este es el caso de Barclays que se hace con el negocio de EEUU de Lehman Brothers por 1.750 millones.
Dicho y hecho. Barclays anunció ayer su intención de hacerse con activos del banco de inversión estadounidense, que el pasado lunes se declaró en quiebra, y ha tardado menos de un día en cerrar la operación. El banco británico ha confirmado que adquirirá algunos de los principales negocios de intermediación en Estados Unidos de Lehman por unos 1.750 millones de dólares
Esto, francamente me recuerda mucho a cierta ave carroñera, pero así son los mercados y el que no corre vuela (que es éste el caso).
Para finalizar, lanzo una pregunta al aire. ¿Hizo bien la FED en rescatar a AIG? ¿Y por qué no lo hizo con Lehman?.