Que mala suerte tienen los daneses que una de las frases más conocidas de Hamlet sea precisamente con la que titulamos este artículo. Veamos el por qué de aquella frase:
En la primera escena ya se aprecia una atmósfera de miedo, desconfianza y también de peligro. Los centinelas del Castillo de Elsinor están nerviosos lo cual dice que temen de algo malo, que puede ocurrir cualquier cosa. Debido a la inestabilidad política de la época, la corrupción y las ansias por el poder, las cortes eran realmente peligrosas. Asimismo, y como elemento de extrañamiento, para introducirnos en una atmósfera enrarecida, cuando se produce el cambio de guardia al comienzo de la obra, no son los soldados que ya están quienes preguntan quién anda ahi (por el espectro), sino los que llegan, cuando debería haber sido al revés.
La verdad es que la Dinamarca de aquel siglo tampoco se diferenciaba mucho de la Europa de ahora. Mucho nerviosismo, miedo y desconfianza. Aunque ahora la frase debería ser “Algo no huele a podrido en Dinamarca” ya que es de los pocos países que podrían salvarse de la quema gracias a su piropeado modelo bancario del cual ayer habló el siempre interesante Soros.
Para Soros, el mejor recurso ante esta situación reside en el sistema de créditos hipotecarios utilizado en Dinamarca, en virtud del cual, las hipotecas, controladas por un único regulador con gran solidez, se transforman en bonos negociables.
Los propietarios de una vivienda pueden amortizar su hipoteca en el momento que deseen mediante la compra de bonos. Puesto que la tasación de la vivienda y la cotización de los bonos tienden a variar casi al mismo tiempo, los propietarios reducen las posibilidades de enfrentarse a una pérdida de valor.
Un sistema muy robusto y alejado del desmadre que ha habido con las subprime, del cual no parece que hayamos tomado soluciones muy buenas:
Tras las pérdidas anunciadas por Fannie Mae y Freddie Mac que han llevado al Gobierno estadounidense a adoptar la decisión de financiar con dinero público a estas empresas, no ha habido cambios en los equipos directivos de ninguna de las compañías. Según Soros, los directivos tienen en cuenta que de contar con el dinero que les ofrece ese cheque en blanco perderían con toda probabilidad sus cargos. Por ello harán cuanto puedan por no solicitar más capital.
En opinión de Soros, el remedio dado para la crisis de Fannie Mae y Freddie Mac no supone una solución real, sino solo un aplazamiento de la misma, lo que hace que aumente el riesgo de que la crisis inmobiliaria vaya a peor.
El tema es muy complejo y a priori es casi imposible prever la solución perfecta, no obstante todos nos preguntamos ¿Hizo bien la FED en ayudar a estas dos hipotecarias? (que entre ambas abarcan a la mitad del mercado hipotecario americano).