Según la filosofía Gómica, el pez que nada a contracorriente muere electrocutado. Nunca fue bueno ir contra el resto, que me lo digan a mi hoy que vuelvo de vacaciones cuando muchos se van.
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué hay tanta gente rica que no tienen ni idea de economía? (mirad en vuestro entorno, seguro que a alguien conocéis) ¿Y por qué muchos economistas ilustres no aciertan ni una?.
La resupuesta es sencilla, la gente que no sabe de economía lo asume y hacen siempre los que los demás, van con la corriente, compran cuando todo el mundo compra y venden cuando todo el mundo lo hace. Mientras que los teóricos intentan no ser tan simples e intentando ir contracorriente. Hay que ir siempre con la tendencia, esta es la regla de oro en los mercados, aunque hay que ser muy cuidadosos y a la primera señal de que ésta se acaba tenemos que vender.
Curiosamente el salmón, el pez que nada contracorriente, es el color elegido para el papel de los diarios de economía. ¿Será una señal?
Lo bueno de la economía es que es cíclica y la historia tiende a repetirse, además disponemos de ciertos indicadores adelantados que nos permiten ver si la tendencia llega a su fin. Por tanto, si nos hemos quedado pillados en esta crisis, paciencia porque para la próxima que haya estaremos preparados y con la lección aprendida.
Aprovechando que el Príncipe Naruhito de Japón ha estado por España, en Cotizalia echan un vistazo a lo que ocurrió en Japón en los 80.
La caída del valor de la propiedad atrapó, primero, a las gigantescas inmobiliarias del país, después a los bancos y en medio, la ciudadanía. ¿Consecuencias? De un periodo de expansión sin igual se pasó a otro de recesión con inflación y, años más tarde, a otro de recesión con deflación. Compañías y banca aprovecharon la coyuntura especulativa en torno al suelo y la bolsa para invertir grandes cantidades de capital que, posteriormente, se fue evaporando conforme la crisis se agravó. Según recoge Goldman Sachs en un estudio de 2004 dirigido por el jefe de renta variable de la firma Peter Oppenheimer, ese deterioro fue debido a la incapacidad gubernamental por actuar ante el problema, así como al inicio. “Una de las lecciones de la crisis japonesa es que la adopción de políticas monetarias restrictivas profundizaron la crisis en el tiempo”, explica.
Sin duda, una situación muy similar (aunque no comparable) a la que vemos en España y EEUU. Como vemos, las crisis son cíclicas y los errores también.
Uno de los ejemplos de empresas que saben cuándo comprar y cuándo vender es el Banco de Santander, que tras sus últimas adquisiciones se dispone a hacer caja con la venta de su división de seguros. Aunque muchas veces no entiendo lo que hace Botín, el tiempo le acaba dando la razón, como bien comentaban hace 2 semanas en Gurusblog.
Les prometo que el tiempo me ha convertido en un auténtico hooligan supporter de Don Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos. Creo que hoy por hoy es lo que yo denominaría un hidden asset y la principal ventaja competitiva de Banco de Santander con respecto otros bancos de primer nivel
Sin duda, lo está haciendo mejor que el BBVA que hoy presentó resultados con un beneficio neto de 3.108 millones hasta junio, un 7,9% menos. Y ojo, con una tasa de morosidad del 1,15%, superior al 0,86% de junio de 2007.
Lo dicho, amigos, no nadéis a contracorriente u os electrocutaréis.