Hay que ver como avanzan los tiempos (empiezo con una frase de abuelo). Ya lo vemos en el anuncio de Hacienda y es verdad. Antes teníamos que pasarnos horas y horas para hacer la declaración de la renta y ahora nos la envían a casa para que la firmemos y pasar por caja (o te devuelvan lo desgravado por la hipoteca). Y eso que en los 90 contaban con la potencia de “Rita” el potente ordenador del ministerio de hacienda. Veamos que se escribía allá por el año 96.
Rita no lo sabía todo, pero asustaba. Con ese nombre de mujer, José Borrell, en su etapa de secretario de Hacienda, bautizó al potente ordenador de la Agencia Tributaria. Era como el Gran Hermano orwelliano. Nadie, se presumía, escapaba a sus tentáculos auscultadores. Ni la mismísima Lola Flores, por entonces Faraona de España. «Con Rita se intentó meter el miedo en el cuerpo a la gente», recuerda el economista Fernando Martín, entonces inspector y, desde 1990, asesor fiscal como profesional independiente.
Cuanto menos curioso, que Rita, nombre de cantaora, metiese entre rejas a la folclórica más folclórica.
A los ministerios siempre les ha gustado poner nombre de mujer a los ordenadores, así el de Interior se llama Clara que jubiló al anterior que se llamaba Berta. Ordenador tan potente que incluso se investigó (en el 2006) si producía cancer ya que muchos agentes que lo usaron acabaron con tumores.
El recién creado Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de la Policía ha abierto una investigación interna esta semana para determinar si el cáncer diagnosticado a doce agentes y funcionarios destinados al Centro de Procesos de Datos de El Escorial (Madrid), el mayor de España, está provocado por las radiaciones presentes en estas instalaciones de alta tecnología. Cinco policías de este complejo han muerto a causa de tumores malignos en los últimos cinco años.
Nosotros tenemos a nuestra Berta particular y es la interesante historia que nos contó nuestro lector “Maño H20” y ha sido elegido comentario de la semana, con su consiguiente premio de la “Air Guitar”.
Sin duda un documento, cuanto menos, para la reflexión.
Hoy no me acompañan ni el optimismo ni el sentido del humor.
La razón es que BERTA se ha ido.
Berta es una cría de cuatro años, compañera de colegio de mi hija. Es una niña menuda de tamaño, simpática y con ojos vivaces. Ese tipo de ojos que acompaña a los críos a los que el hambre y otras circunstancias vitales espabilan forzadamente.
En alguna ocasión, al recoger en el colegio a mi hija, he coincidido con la madre de Berta. Aparenta tener unos cuarenta años, aunque creo que no debe tener más de 26 o 27. Está muy gastada, por la vida y por tres hijos pequeños. La mayor de ellas, Berta.
Esta mujer estoy convencido de que no ha oído hablar nunca de Tricher o de Bernanke. Tampoco de la reserva federal. Si yo le hubiera citado alguna vez al BCE, probablemente habría pensado que le hablaba de alguna cadena de supermercados.
No conozco a su marido. Solo se que trabaja en una empresa de matricería, sector éste que también está seriamente afectado por las economías emergentes.
La madre de Berta no sabe lo que es una economía emergente. Solo conoce la economía de la subsistencia. La del día a día. La del mes a mes.
Hace tres años esa empresa iba bien. Creo que ahora va mal, muy mal.
Hace tres años, los padres de Berta compraron un cuchitril a precio de palacio de Versalles. Les gustaba la zona y aspiraban, sin duda, a desarrollar a su familia en un entorno tranquilo. Solo a eso. Lo que compraron, y lo se porque lo conoce mi mujer, es un piso de no mas de 60 metros, en un edificio de unos 40 años. El piso era una pocilga y ellos, con esfuerzo y estropajo adecentaron ese antro. Porque los padres de Berta son de los que ennoblecen una pocilga con su mera presencia.
En varias ocasiones, distintos padres de otros alumnos, hemos ayudado a la familia de Berta cediéndoles cosas que a nosotros nos sobraban: ropa, cunas, muebles y otras cosas que a nosotros se nos hacían innecesarias tras un corto periodo de tiempo (cosas que probablemente eran innecesarias desde el principio).
Ayer lo que supimos es que los padres de Berta han pasado a elevar el índice de morosidad de una entidad bancaria. Hace tres meses que no pueden pagar la cuota mensual de su hipoteca. Al parecer han tratado de renegociar condiciones con su banco, pero lo único que han conseguido es entrar en la centrifugadora de las deudas con un poderoso ser llamado BANCO. Tenían que elegir: o comer o pagar al banco. Sabemos que por sus hijas, eligieron comer.
Ahora sabemos también que han abandonado todo. Ahora desconocemos donde están.
Berta no irá más al colegio. Se que mi hija nos preguntará, antes o después, que por qué no va a clase su amiga, que si está malita. Y la verdad es que no se lo que se le puede contestar a una niña de cuatro años en esta situación. Imagino que tendrá que ser una mentira piadosa. O tal vez, tendrá ella que descubrir por si misma la realidad, según hasta donde llegue esta crisis que se nos empieza a echar encima a todos. Porque esto es como un tsunami: no sabemos hasta donde llegará el agua. Hoy a algunos nos llega a la rodilla. A los padres de Berta les ha pasado por encima de la cabeza. ¿Hasta donde nos llegará a nosotros más a delante?
Hoy, tras el día de fiesta de ayer, una silla estará vacía en la clase de mi hija. Quizás la profesora esté ágil y modifique la distribución de las mesas para que se note menos. Pero los críos son más listos de lo que a veces creemos.
Hoy temo la vuelta del colegio de mi hija. Temo sus preguntas, que son siempre claras y directas.
Hoy me importa menos, o tal vez más, el precio del barril, el valor del Euribor o donde va a desayunar Tricher. Hoy solo me acuerdo de esa pequeña a la que no se si volveremos a ver. Que no sabemos si sonreirá feliz en su inocencia porque sus padres le habrán dicho que se van de viaje, o si llorará porque quiere ver a sus amigos de clase.
Por último y para aquellos de vosotros que aparentáis a diario disfrutar con las desdichas ajenas, para aquellos que sentís mas placer con estas cosas que con una buena cerveza fría en verano…… recordad, por favor, que la cerveza de hoy os la tomaréis a la salud de una niña de cuatro años. Recordadlo, por favor.
Acabamos con un resumen de noticias:
- La tasa de paro se dispara al 9,6% en marzo, el mayor nivel desde 2005
- Solbes avisa de que la morosidad puede aumentar de forma brusca
- El FMI dice que el ‘atraso’ del mercado hipotecario de España amortiguará la crisis
- El trader del año tiene trabajo: Kérviel se coloca en LCA
Buen fin de semana a todos.
Actualización: El Gobierno rebaja la previsión de crecimiento 8 décimas, hasta el 2,3%