Una de las herencias que tenemos de la crisis del petróleo de 1974 es el cambio de hora que hoy especialmente padecemos por culpa del madrugón, se estima que con este nuevo horario cada hogar, ahorra de media en eletricidad 6 euros al año además de la menor contaminación generada. La verdad es que no es mucho ahorro para el malestar que provoca el cambio, pero como no todo es economía y ecologismo, me gustaría echar un vistazo a otros efectos producidos, principalmente a los que afectan a nuestra salud. A parte de la pereza que nos entra por las mañanas, con este nuevo horario pasamos más tiempo en la calle con lo que nos da el sol y obtenemos Vitamina D, al estar fuera hacemos una vida menos sedentaria con su consiguiente reducción de la obesidad y este estilo de vida nos disminuye el estress. Desde el punto de vista empresaria, con este horario la hostelería mejora ligeramente su negocio pero las televisiones ven como su franja de máxima audiencia también se retrasa y disminuye.
Es interesante ver, como una medida adoptada exclusivamente por motivos económicos puede llegar a tener unos efectos secundarios tan diversos. Normal, por tanto que medidas de mucho más calibre, como puede ser una bajada de tipos, tenga que medirse con muchísimo cuidado y analizando todos los escenarios posibles.
Esta mañana tan rara, nos levantamos con la noticia de que la inflación armonizada subió en marzo al 4,6%. Esto es una locura de dato y sin duda influye en la media Europea, dato que Trichet mira con lupa a la hora de tomar decisiones en su política monetaria. Estamos hablando del dato más alto en 9 años. Normal que con estos precios tan altos veamos que el comercio minorista cae por primera vez durante tres meses seguido. Curiosamente, las empresas del Ibex marcan un récord absoluto en ganancias a pesar de la desaceleración. Vemos que los grandes capean bien la crisis y los pequeños son quienes se la comen.
Uno de los ejercicios favoritos de los medios económicos es hacer un recuento de las inmobiliarias con problemas, hace poquito lo hicieron en Gurusblog y ayer le tocó al El Mundo, con esta bonita alineación:
Estas son las compañías que peor paradas han salido en los últimos meses.
- Llanera. La inmobiliaria valenciana presentó en octubre de 2007 el concurso voluntario de acreedores, que afecta a seis filiales del grupo con una deuda de unos 700 millones de euros. La compañía ha comenzado a vender activos para reducir su endeudamiento.
- Grupo Ereaga. El grupo inmobiliario, empresa familiar con sede en Getxo (Vizcaya) y formado por 18 sociedades, presentó en diciembre de 2007 el concurso voluntario de acreedores, que fue aceptado por un juzgado de Bilbao. La compañía posee unas deudas de 160 millones de euros.
- Marbar. La inmobiliaria gallega, de pequeño tamaño -tenía 56 empleados-, se declaró en suspensión de pagos el pasado mes de enero. Lo más grave es que 300 compradores de sus promociones descubrieron que las viviendas, para cuya compra anticiparon dinero, están embargadas por distintos bancos debido a las deudas de los propietarios de la compañía.
- Contsa. El grupo andaluz Contsa, centrado en la actividad inversora inmobiliaria, solicitó en febrero el concurso voluntario de acreedores para satisfacer sus obligaciones económicas respecto a sus más de 1.000 socios e inversores -la mayoría pequeños ahorradores que confiaron sus ahorros a la empresa cambio de lograr una rentabilidad mínima garantizada-.
- Habitat. La promotora catalana se salvó de la suspensión de pagos ‘in extremis’ el pasado mes de febrero al conseguir el apoyo de todas las entidades acreedoras. La última en sumarse fue Barclays, que mantuvo en vilo el acuerdo hasta el último momento. La compañía tiene una deuda de 1.586 millones de euros. La pasada semana, se conoció que la compañía acumula pérdidas de 444 millones.
- Grupo Jale. Dos sociedades, Inmobiliaria Amuerma y Jale Construcciones, de la compañía con sede en Cádiz solicitaron de manera voluntaria la suspensión de pagos a finales del pasado mes de febrero. Su deuda supera los 300 millones de euros.
- Nozar. La sociedad Avalatransa pidió a principios de marzo el concurso necesario contra la inmobiliaria y su filial Lena Construcciones, por el impago de unos 300.000 euros. Sin embargo, el juez desestimó la solicitud.
- Seop. La constructora, con una deuda de unos 200 millones, se convirtió en la primera constructora en suspender pagos tras las elecciones de marzo. La compañía es patrocinador del equipo de fútbol del Racing de Santander y su matriz, Grupo Silver Eagle, posee el 80% de las acciones del club.
- Grupo Sánchez. La inmobiliaria catalana, que comenzó su actividad hace 20 años, presentó el jueves de Semana Santa -20 de marzo- el concurso de acreedores. La medida afecta a la matriz, con sede en Manresa, y a dos filiales del grupo, que acumulan deudas de 97 millones de euros.
- Cosmani. La compañía, que cuenta con una cartera de activos valorada en 1.600 millones de euros, presentó el 25 de marzo la solicitud del concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a los vencimientos de su deuda, que asciende a 350 millones de euros.
- Prasi. La constructora se acogió a la suspensión de pagos la pasada semana por la actual coyuntura del sector. Sus dirigentes afirmaron que la sociedad ya no tenía actividad.
- Encoval. La constructora valenciana presentó el pasado viernes el concurso voluntario de acreedores, en un momento en el que tiene 950 viviendas fase de obra.
No se a vosotros, pero a mi me da la impresión de que aquí algo no va bien.