Al igual que hace no mucho hablamos de Keynes hoy, para compensar, hablaremos de Milton Friedman premio Nobel de economía en 1976. Gran defensor del liberalismo consideraba que, al igual que una política monetaria expansiva puede crear crisis económicas, una política restrictiva también puede ser perjudicial, mediante una deflación de precios. Justo el gran problema de ahora que podemos pasar de una política monetaria demasiado expansiva a una demasiado restrictiva. Vamos de una crisis a otra.
Es extraño ver en estos días, como tanto las teorías liberales como las intervencionistas son aplicables tanto para resolver los problemas que tenemos como para ver los errores cometidos. Como bien vimos ayer, vivimos en un liberalismo intervenido. Algo así como estar un cuadrado redondo.
Veamos alguna de las citas de Milton para conocerle mejor:
- Hay una cortina de humo detrás de cada programa de gobierno.
- Los grandes avances de la civilización, ya sean en arquitectura o pintura, en ciencia o literatura, jamás han venido de un gobierno central.
- Estoy a favor de legalizar las drogas. Según mi sistema de valores, si la mayoría de la gente quiere matarse a sí mismos, tienen todo el derecho de hacerlo. La mayoría de los problemas que vienen de las drogas son porque éstas son ilegales.
- La inflación es un impuesto sin legislación.
- La responsabilidad social de los negocios consiste en incrementar sus beneficios
Sin duda, esta última frase es de lo más polémica y de ese tema hablan en Cotizalia en el artículo Salvad al cincuentón o la verdadera Responsabilidad Social Corporativa.
¿Qué pueden hacer nuestras cada vez más globalizadas multinacionales para mejorar tanto sus márgenes como sus ratios de productividad? En muchos casos el remedio tiene que pasar, de modo casi inevitable, por los recortes de plantilla. Es así. Sin embargo esa no es la cuestión que aquí se plantea. Al contrario. Lo que se discute es la renuncia al talento de forma tan subjetivamente objetiva en base a parámetros que no tienen nada que ver con el desempeño cierto y riguroso de las tareas que el prejubilado tiene encomendadas, por una parte, y, por otra, el hecho de que la Responsabilidad Social Corporativa omita la función de reintegración de esas personas, de un modo u otro al mundo laboral, visto que cada día se vive más y mejor y que la tendencia a nivel internacional, con objeto de salvaguardar la viabilidad del propio sistema de prestaciones públicas, es a alargar la edad legal de jubilación.
Interesante tema el que trata. Si llega época de despidos los “cincuentones” están en el punto de mira, olvidando muchas veces su experiencia y sabiduría.
CONTINÚA…