Andabamos todos preocupados por si Fernando Alonso iba a englosar las listas del INEM el año que viene, pero parece que buscando trabajo en el Segundamano finalmente ha encontrado un buen curro en Renault y fijaros como es el mundo de la bolsa que ayer las acciones de la empresa automovilística subieron, por esta noticia, cerca de un 5% (sí, sí, lo que veis, enlazo a Marca). Curiosamente el principal patrocinador de la escudería es ING, así que ya sabemos quien le habrá concedido la hipoteca para su minipiso.
El sector que parece necesitar urgentemente a un Fernando Alonso es el inmobiliario, por un lado tenemos a Fernando Martin, ese personaje con tanto carisma que fue presidente del Madrid (vaya día deportivo llevo hoy) que debe deudas hasta a los prestamistas de los billares y está negociando la entrada de Bhavnani en Fadesa, recordemos que Bhavnani es aquel inversor que desde un badulaque en las canarias se está haciendo con media bolsa española. Por cierto, ironías de la vida, Fadesa fue esponsor del Depor durante varios años.
La otra noticia del sector nos dice que los fondos han paralizado la compra de inmuebles hasta este verano y viene con una metáfora que no tiene precio.
Imagínese varios buitres volando sobre una explanada esperando a que caiga su presa. No tienen prisa, observan, sólo hay que esperar el momento. Cuando la víctima cae, uno de los buitres se lanza a por ella, mientras que el resto de la bandada esperan a corroborar que su víctima está muerta y que es la hora de picar.
Sin duda, Iker Jimenez diría que Félix Rodriguez de la Fuente se ha reencarnado en un periodista económico.
Como veis hoy nos ha tocado hablar de ricos y muchas veces me he preguntado ¿Cual es la diferencia entre un rico y un millonario? Afortunadamente en Cinco Días me responden a esta duda existencial:
El décimo millón de dólares marca la diferencia entre un rico y un millonario, según Barclays Wealth.
Y yo que pensé que ser millonario era tener varios millones de pesetas… En fin, no hay que desanimarse, que al menos, tenemos el lujo que más valoran las grandes fortunas: El tiempo.
Para la mayoría, el lujo por excelencia es disponer de tiempo. Casi dos tercios de los encuestados (62%) creen que su fortuna les ha proporcionado más tiempo libre, y más de la mitad cree que le ha permitido pasar más y mejor tiempo con su familia. Sin embargo, los más ricos son también los más propensos a afirmar que el incremento de su fortuna les ha provocado un mayor estrés.
Así que como lo que nos sobra es tiempo, esperaremos a las 11 a ver como se despierta hoy el Euribor ya que ayer vino supervitaminado y supermineralizado.