Y no estoy hablando de una frase hecha:
«Se cambia un riñón por una vivienda». El reclamo, un gesto que va más allá de la desesperación, fue publicado en los anuncios por palabras de la prensa el pasado domingo.
Una pareja leonesa, angustiada por la pérdida de su casa tras un enrevesado conflicto con el contratista que ha acabado con la vivienda por los suelos, ha decidido ofrecer uno de sus órganos para que sea trasplantado a un enfermo renal a cambio de un lugar donde vivir, aun sabiendo que es una actividad ilegal en España y que tendrían que buscar una salida en el extranjero para poderla llevar a cabo. Conocen perfectamente los protocolos de los transplantes porque ambos son donantes de riñón y de médula desde hace años, pero no hay la más mínima duda de que su ofrecimiento es real. (Fuente y más información: La voz de Galicia)
No obstante, es un caso extremo y no deja de ser anecdótico, pero quién sabe qué podremos llegar a hacer en españa gracias a las hipotecas que nos ha dejado la corrupción urbanística.