Sirenas, helicópteros y calles cortadas: Bruselas vuelve a temblar

Johngo

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Bruselas

21/06/2017 - 14:40 hora CEST

Cuando aún no cicatrizan las heridas del ataque de marzo del año pasado, la capital belga se estremece con cada nuevo incidente, pero sigue adelante con su rutina.

Bruselas, la "capital" de Europa, va curando las heridas físicas y emocionales que dejó el atentado del 22 de marzo del año pasado pero “incidentes” como el de anoche hacen temblar a la ciudad. Sirenas de policías, helicópteros, calles cortadas, plazas evacuadas, militares y policías fuertemente armados con la tensión en los ojos porque además de proteger a la población se saben objetivos prioritarios de los terroristas.

Pero el miedo, lógico y humano, de esta ciudad ya golpeada por el terrorismo como tantas otras en Europa, es compatible con el día a día de una urbe de más de un millón de habitantes que hace tiempo decidió que los terroristas no van a paralizarla de nuevo.

Los atentados de noviembre de 2015 en París provocaron que el gobierno belga subiera el nivel de alerta al máximo. Se cerró el transporte público y los centros escolares, miles de personas se quedaron trabajando en casa. Apenas había comercios abiertos. Fueron cuatro días de una especie de estado de sitio que se levantó sin muchas explicaciones y que nadie quiere volver a aplicar.

Entonces se suspendieron actividades culturales y hasta un partido de fútbol amistoso que debía enfrentar a Bélgica y España. El atentado de anoche, que potencialmente podría haber dejado decenas de víctimas si el terrorista hubiera conseguido activar los explosivos que llevaba, no se ha vivido igual.

Coldplay y la vida sigue

Los niños fueron esta mañana a los colegios, todo está abierto, el transporte público funciona con normalidad y miles de belgas disfrutarán esta noche de un concierto del grupo británico ‘Coldplay’.

El primer ministro Charles Michel dijo esta mañana que “toda Europa hace frente a esta amenaza terrorista, no sólo Bélgica, pero no vamos a dejarnos intimidar por los terroristas. Hay que seguir viviendo con la mayor normalidad posible, manteniéndonos vigilantes y defendiendo nuestros valores”.
 
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