Me persigue. Ni de vacaciones he podido olvidarme de la Crisis griega

Johngo

Well-Known Member
Bajo a desayunar un día en el hotel y, ¿qué me encuentro? Una gorra griega (literalmente: con su bandera y el nombre de Grecia escrito en su lengua...de algo me ha tenido que servir años de Crisis) que alguien había perdido. No me pude esperar para averiguar quién era, aunque hubiera sido interesante intercambiar opiniones sobre el Tema. Aunque, quién sabe...la sociedad griega está muy dividida entre el No y el Sí. Pero, ya durante el día al comprar algo (sería un helado...en París hacía tanto calor como en España, creo) me devuelven varias monedas. Y una de ellas era un EURO griego, verdaderamente bonita con su búho o lechuza. Me la he guardado de recuerdo, por si acaso (naturalmente). ¿Lo ven? ni de vacaciones, apenas cuatro días (dos de ellos fines de semana) he podido olvidarme de la Crisis griega. Sin periódicos, sin televisión, sin radio...y sin embargo, los ecos de la inestabilidad me llegaban a través de las notas de análisis de mis compañeros. Y yo, claro, sin poder apartar la vista de la pantalla de la blackberry con el corazón partido entre quedarme de vacaciones con mi paciente familia o coger el primer vuelo de vuelta a Madrid. Esto último me hubiera costado el divorcio, por lo que opte por quedarme y seguir con el símil de vacaciones. Espero que los dos días adicionales que me cojo mañana sean algo diferentes. Aunque algo me dice que no será así.

Que conste que yo no esperaba un referéndum como el propuesto por el Gobierno griego a estas alturas del debate? Sí, se me pasó por la cabeza hace un mes. Y no lo descartaba dentro de unos meses. Pero no ahora, incumpliendo el pago de la deuda con el FMI y no aprovechando la propuesta de expandir el Segundo programa de asistencia. Anunciado el referéndum, lo cierto es que veo callejones sin salida por todos los lados: sin nueva asistencia financiera desde el FMI, sin posibilidad de asistencia financiera europea, sin posibilidad de que el ECB siga soportando a la banca griega y naturalmente sin acceso a los mercados. Pero, además, el resultado del referéndum no creo con la información disponible que vaya a cambiar nada. Si el resultado es no (no a las contrapartidas ya caducadas de los acreedores), pues la verdad no sé qué viene detrás; si es el sí (aceptando algo que, como he dicho antes, ya no existe), pues tampoco es seguro nada. Lo dicho, el escenario parece dramático. Y probablemente si lo parece, y además todos pensamos lo mismo, pues efectivamente es dramático. Aunque esta no parece ser la opinión del Gobierno griego.

Por el contrario, sí creo comprender la posición de los acreedores oficiales europeos. Para ellos, la realidad es que hace ya algún tiempo que el tema no es tanto Grecia como la falta de coordinación política imprescindible para que la soberanía del conjunto se imponga sobre la soberanía nacional. Naturalmente, siempre que hablemos de cuestiones que se centren sobre la imprescindible convergencia fiscal y real. Imprescindible para hacer sostenible el EURO, más allá del apoyo financiero que pueda dar el ECB. Pero ya saben las limitaciones que tiene la política monetaria: amortiguan y calman los riesgos, pero no solucionan y resuelven su origen. Además, engañarnos a nosotros mismos (y a nuestra clase política) sobre los problemas de fondo por una política monetaria excesivamente expansiva conlleva un riesgo precisamente de agravarlos. Seguro que el ECB ha pensado en esto mismo el domingo cuando rechazó la petición de un nuevo aumento del ELA ante la deriva de los acontecimientos.

En definitiva, los europeos deben tomar una decisión con respecto a Grecia pero no pensando en el corto plazo sino más bien en el precedente que genera para el futuro. Y esto no es nada fácil, sabiendo que lo correcto a medio plazo puede ser muy doloroso a corto plazo. Pero, bueno, al menos tenemos al ECB para intentar amortiguar este Dolor. Y otros bancos centrales pueden secundarle....¡será por dinero!.


José Luis Martínez Campuzano - Sábado, 04 de Julio 2015
Estratega de Citi en España
 
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