Hilo de Madrid olímpica y sus implicaciones económicas

droblo

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Como parece que esta vez va a ser que sí, empecemos con una infografía
 

Tizo

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La clave de la semana será el próximo sábado, en el entorno de las diez y media de la noche, momento en el que el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, anunciará el nombre de la ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos de 2020. Los televisores del planeta estarán pendientes de Madrid, Estambul y Tokio, las tres ciudades que se disputan miles de millones de inversiones hasta que llegue el momento de disputarse la futura olimpiada y la oportunidad de recuperar la ilusión perdida tras la crisis. Rajoy, noqueado por el caso Bárcenas, se la juega. Una decisión favorable le permitiría poder ofrecer un primer dato de ilusión a la ciudadanía que desde que ganó las elecciones el PP sólo ha visto perder derechos laborales, sociales y políticos.

Junto al presidente del Gobierno es la ciudad de Madrid la que se juega mucho en el envite. No es seguro que las cuentas vayan a salir como las presenta la voluntariosa alcaldesa, Ana Botella. En estas mismas páginas Alfredo R. Mendizábal he recogido en varias ocasiones los más diversos estudios que vienen a poner en duda todos los milagros económicos que se prometen para la ciudad elegida para organizar los juegos. Pero el hecho es que Madrid también ha puesto en esta cesta la mayoría de los huevos para la recuperación.

Los más optimistas consideran que todas las ciudades que los han organizado, aunque luego hayan perdido dinero, les ha merecido la pena hacerlo. No solo por la ilusión, por supuesto, sino por las infraestructuras que se han quedado tras la reestructuración de las mismas para poder organizar estos juegos durante 15 días, con los desplazamientos de millones de ciudadanos que exige y por la modernización de la ciudad que conlleva hacerlas.

Con ocasión de la presentación del último acto de defensa de las candidaturas en Suiza, el Wall Street Journal recogía algunos de los datos elaborados por el informe de los profesores de Flyvbjerg y Stewart sobre el incumplimiento de las previsiones presupuestarias que les lleva a concluir que la desviación en el sobrecoste de las infraestructuras es muy grande.

Montreal tardó 30 años en poder pagar la deuda que contrajo con una desviación presupuestaria del 800 %. Barcelona, cuya gestión se exhibe como modelo de control presupuestario, se desvió más del 400 % sobre el presupuesto inicialmente previsto, que nunca se ha llegado a conocer con precisión. Aunque la ciudad sufrió una remodelación espectacular de la que todo el mundo se siente orgulloso, gracias a los Juegos. ¿Qué decir de Atenas?

Con probabilidad las cifras que ha ofrecido la alcaldesa, Ana Botella, estén algo infladas sobre los efectos que tendría en empleo la elección de Madrid. Aunque todavía se habla de 300.000 puestos de trabajo, más tarde se redujeron a la mitad, y una parte de ellos se deberían a las obras ya construidas. No hay que olvidar que Madrid presume de tener el 80 % de las infraestructuras que resultarían necesarias para la celebración de los Juegos ya en funcionamiento. Ya habrá tiempo de precisar más si Madrid consigue los Juegos.
 

efe

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Según las casas de apuestas Madrid lo tiene difíicil:

William Hill estima que Tokio es la ciudad que a priori con más posibilidades para albergar los Juegos Olímpicos, cuya candidatura se pagaría cerca de 1,5 a uno. Por su parte, Madrid cotiza 5,50 a uno y la opción de Estambul, a 3,75 a uno.

En cuanto a Betfair, Tokio también se erige como gran favorita, pues su elección se paga 1,55 a 1. Estambul ocupa la segunda posición (2,7 a 1) y Madrid es la tercera candidata (6,2 a 1).

Por último, en la web de juego 'online' PAF, Madrid (2 a 1) sube enteros en detrimento de Estambul (5 a 1), que pasa a la tercera posición. En cualquier caso, Tokio continúa siendo la gran favorita y su elección cotiza 1,6 a 1.
 

Tizo

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El ministro de Economía griego, Yorgos Alogoskufis, ha anunciado en Atenas que los gastos de los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos de Atenas 2004, que se celebraron el pasado agosto y septiembre en Grecia, alcanzaron los 8.954 millones de euros.

Alogoskufis ha precisado que en esa cifra no están incluidas las obras de construcción que fueron completadas o cuya construcción fue acelerada para los Juegos, como el aeropuerto internacional de Atenas "El. Venizelos", la carretera periférica, el tranvía y el tren de cercanías. "Hemos rebasado con mucho el coste previsto de los Juegos, pero no es ahora el momento de discutir el asunto", ha puntualizado el ministro.

"Es una inversión que valió la pena", ha afirmado el ministro Costas Caramanlis, tras una reunión ministerial en la participó el Primer ministro sobre los Juegos. La mayor parte de estos 9.000 millones ya había sido repartida en los presupuestos anteriores y un "muy pequeño porcentaje" será pagado por el presupuesto 2005, ha añadido.

La secretaria de Estado de Cultura, Fany Petralia, ha declarado que "los Juegos fueron un gran trabajo y la seguridad fue un gran éxito, pero fueron muy caros". Sin embargo, Petralia ha añadido que "todo se hizo con plena transparencia".

1.080 millones en seguridad

El presente gobierno conservador griego tomó posesión cinco meses antes de los Juegos Olímpicos y desde entonces, el ejecutivo venía advirtiendo de que los gastos iniciales, calculados en 4.600 millones de euros para el Estado, habían sido ampliamente rebasados por el ejecutivo socialista saliente. La mayor parte de la aportación del Estado, evaluada en unos 7.202 millones de euros, corresponde al Programa de Inversiones Estalales y los gastos alcanzaran los 6.583 millones de euros (73,5 por ciento de la financiación total).

El titular de Economía ha declarado que el Programa cubrió mayormente obras de infraestructura, incluyendo la modernización de hospitales, el transporte publico, estadios e instalaciones deportivas, el mobiliario de las instalaciones, los gastos para la seguridad y las actividades culturales. Los costes de la seguridad, los más altos de la historia de los Juegos modernos, tres veces más que en Sydney, alcanzaron 1.080 millones de euros. Fueron los primeros Juegos después de los atentados terroristas contra Estados Unidos.
 

Tizo

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Este sábado saldremos de dudas, pero una hipotética adjudicación de los Juegos Olímpicos de 2020 a Madrid implicará un desembolso de dinero público de 1.600 millones de euros cuyo retorno a la sociedad madrileña y española y al tejido productivo es más que dudoso. Un total de 1.600 millones es la cantidad de dinero a fondo perdido que la candidatura estima que será necesaria para acometer las obras pendientes, una cifra no muy elevada si se compara con los proyectos de los juegos olímpicos pasados pero que habría que desembolsar en un momento especialmente malo.

Con la ciudadanía completamente desmotivada, son algunos sectores económicos los que tienen depositadas sus esperanzas en el evento, aunque las expectativas son moderadas y, dadas algunas experiencias olímpicas frustrantes anterior, muy condicionadas a la concurrencia de otros factores.

En total, el coste de organizar los Juegos suma 2.419 millones de euros, pero está previsto que una parte se autofinanciaría con los patrocinios privados, la venta de entradas y los derechos de televisión. El resto, los 1.600 millones citados, tendrán que ponerlos las administraciones públicas (Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno) a fondo perdido y confiar en que el retorno esperado de la inversión se produzca.

Algunos partidos y organizaciones sociales temen incluso que la financiación se consiga a cuenta de más recortes sociales o más impuestos. Otro de los problemas clásicos que generan estos grandes eventos son los llamados elefantes blancos (estructuras que se crean para un evento y que luego no se utilizan). En Madrid ya hay varios ejemplos, como la Caja Mágica, construida en 2009 y que apenas organiza actividades a lo largo del año.

En el lado positivos encontramos una seria de beneficios habituales en este tipo de eventos pero cuya cuantificación resulta cuando menos aventurada. La proyección que consigue la ciudad contribuiría a aumentar la llegada de turistas internacionales. Un número que, por cierto, el último año se redujo un 10,7% en Madrid.

Se estima que con los Juegos vendrían 800.000 turistas extranjeros que gastarían cerca de 600 millones de euros. Así, la obtención de los Juegos supondría, según la organización, un impacto global de 3.900 millones de euros, un 0,4% del PIB anual. Ayuda para otras ciudades. En materia de empleo, el Ayuntamiento de Madrid prometió 320.000 puestos de trabajo, aunque después se redujo la cifra a 150.000 (incluyendo los indirectos). Sectorialmente, son las actividades hoteleras y las inmobiliarias las más beneficiadas, junto a infraestructuras como el aeropuerto de Barajas, cuyo tráfico está en caída libre, por lo que un impulso de este tipo sería un bálsamo, a medio plazo, para su difícil situación.

Lo que los JJ.OO. suponen para la ciudad anfitriona en el sector inmobiliario, es principalmente un impacto indirecto y que tiene lugar en el largo plazo. Es el llamado "legado olímpico", que se refiere al cambio experimentado en la zona y en la ciudad anfitriona una vez concluida la celebración. En este legado, destaca la regeneración urbanística, la creación de Villas Olímpicas, la mejoras de infraestructuras; mejoras del medio ambiente y la promoción de la ciudad a nivel turístico y como centro de negocios, según los expertos de la consultora Jones Lang Lasalle.

En el caso de Madrid, la larga carrera de fondo que ha mantenido la capital para ser anfitriona de los juegos debe analizarse positivamente. La mayor parte de las infraestructuras necesarias ya están terminadas y la moderna red de transportes con la que cuenta la ciudad es una referencia para muchas capitales de todo el globo. De todo ellos se han beneficiado los ciudadanos y visitantes, según la firma.

Sin embargo, los Juegos también producen efectos muy directos a corto plazo en el sector inmobiliario, como son los incrementos de la oferta y de las tasas de disponibilidad de superficies para diversos usos.

Hoteles

El efecto habitual en el sector hotelero de las ciudades olímpicas suele ser un crecimiento de la oferta de habitaciones a medida que se aproximan los Juegos, una disminución de la ocupación durante el año de los Juegos, para recuperarse tras ese periodo, un incremento significativo del promedio de las tarifas diarias durante el año de los Juegos, seguido de una caída de las mismas en el año post-olímpico. El rendimiento de la planta hotelera será diferente en cada caso tras los Juegos dependiendo de variables ajenas, como la situación en el ciclo económico del mercado o la magnitud de la nueva oferta creada.

Según Luis Arsuaga, director para España y Portugal de Jones Lang LaSalle Hotels & Hospitality Group, "el impacto a nivel turístico de los Juegos Olímpicos en una ciudad como Madrid sería enorme. Madrid es una ciudad con una cantidad innumerable de atractivos. Pero es una ciudad que hasta la fecha no se ha vendido internacionalmente como se merece. Los Juegos Olímpicos pondrían en el mapa a Madrid como en su día pusieron a Barcelona y muchos visitantes de todas las partes del globo visitarían una ciudad que sin olimpiadas jamás habrían visitado".

El sector comercial, por el contrario, suele ser el menos influenciado por unos juegos. En cualquier caso, la mayoría de ciudades anfitrionas han experimentado en el corto plazo un pico de crecimiento en el sector comercial, como consecuencia del aumento de turistas. La mayor parte del incremento de las ventas tiene lugar en el mercado de centro de la ciudad y en localizaciones próximas a las instalaciones olímpicas, en particular, en recintos de ocio y áreas de fácil acceso mediante transporte público. Otras áreas, en cambio, se mantienen estables o incluso ven decrecer sus ventas.

El pronóstico sobre el impacto global no puede ser unívoco para todas las ciudades que han albergado Juegos. Unas han tenido más éxito que otras a la hora de aprovecharse del efecto catalizador generado y obtener beneficios a largo plazo. El grado en que las ciudades lo consiguen depende de numerosos factores, que incluyen el contar con un entorno de negocios competitivo, la calidad de las atracciones turísticas, la habilidad para vender la experiencia Olímpica para atraer otros grandes eventos mundiales, el nivel de la infraestructura turística creada para los juegos, la campaña de publicidad que se lleve a cabo para reforzar la imagen de marca de la ciudad, o la habilidad para prolongar en el tiempo las pautas de comportamiento mejoradas con motivo de los Juegos.

Acoger unos Juegos supone un coste de millones de euros para la ciudad anfitriona, los cuales no son fácilmente recuperables durante la celebración en sí. Por tanto, lo que ocurra en la zona en que se emplacen y la repercusión que tengan en la ciudad una vez finalizados es lo que decidirá si, económicamente, la acogida de los Juegos mereció la pena o no, concluyen los expertos de la consultora.
 

droblo

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El estudio más exhaustivo elaborado hasta el momento es el de la Escuela de Negocios Said de Oxford, dirigida por el profesor Bent Flyvbjerg. En él se analizan tanto el coste como el sobrecoste de todos los Juegos organizados entre 1960 y 2012. Las conclusiones que arroja son dos. La primera es que, de media, han costado un 179% más de lo presupuestado en el inicio. La segunda, que las inversiones económicas durante todo este proceso se orientan hacia instalaciones e infraestructuras relacionadas exclusivamente con los JJOO, por lo que se deja de destinar dinero a partidas relativas a servicios sociales, incluido el deporte de base o polideportivos municipales.

Para evaluar si Holanda y Bélgica debían presentar su candidatura conjunta para el Mundial de fútbol de 2018 el gobierno holandés solicitó un informe a un grupo de economistas independientes. El estudio reveló que los costes mínimos para dicha organización ascendían a 10.000 millones de euros, que no serían superados por los beneficios a no ser que se les atribuyera un valor arbitrario. Entre otros, los costes que se incluyeron en el análisis tenían que ver con lo que cobra la entidad organizadora (en este caso la FIFA), los patrocinadores o los equipos nacionales. También se centraron en lo que debía destinarse a la policía y la seguridad durante el evento, ya que, según explicaron, es una de las partidas más importantes en cualquier acontecimiento deportivo.

Madrid 2020

El gasto para organizar los Juegos Olímpicos se divide en dos: el presupuesto COJO (correspondiente al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos) y el no COJO (infraestructuras, instalaciones deportivas y acondicionamiento de la ciudad). Para los Juegos de 2020, el COJO tiene previsto invertir algo más de 2.400 millones de euros, que planea recuperar gracias a los ingresos por venta de entradas y por patrocinios. Una cifra que no tiene en cuenta la inflación prevista para los años sucesivos, que se sitúa en torno al 1,7%. Además, como ya explicó Mario Monti, el COJO obliga a la ciudad anfitriona a garantizar esa cantidad. Es decir que, si por lo que fuera, los beneficios no satisficieran esa cantidad, el Estado, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital española se comprometen a aportar el dinero que falta, a partes iguales, en un plazo máximo de dos años tras la finalización el evento.

El presupuesto no COJO ascendía, en el inicio, a 1.650 millones de euros. Una cifra que, tras la visita del COI, se elevó hasta los 2.500 millones. Es decir que, sin haber empezado a construir, la base de la que se partía ya ha sido incrementada en un 51,5%. Un aumento que puede sumarse, como se indica en el estudio elaborado por la Cátedra Pasqual Maragall D´Economia i Territori titulado Costes y beneficios de unos JJOO: ¿La excepción de Barcelona?, al sobrecoste de las instalaciones ya que “lo inusual de las construcciones no permite prever el gasto económico que supondrá la edificación de sedes deportivas e infraestructuras”.

El periodista Simon Kuper, del Financial Times, ha dedicado varios artículos a analizar la conveniencia de organizar unos Juegos. En ellos, afirma que es un error plantearlos como una inversión porque, a la luz de las investigaciones, cualquier gran acontecimiento deportivo es un acto de consumo. Para explicar por qué, a pesar de saber esto, las ciudades se siguen presentando como posibles sedes, Kuper habla de los grupos de presión. La industria del deporte, las empresas de la construcción y las entidades organizadoras son las únicas obtienen beneficios seguros. Mientras que, como también afirma el estudio de la Cátedra Pasqual Maragall, los costes recaen sobre los contribuyentes ya que se financian por medio de impuestos que “tienden a ser distorsionantes porque la carga impositiva no se ve compensada por ningún estímulo local al crecimiento causado por el propio evento“.

Las autoridades públicas han usado Londres 2012 de manera recurrente como modelo para Madrid 2020. Un informe previo a estos Juegos, elaborado por los expertos de la Oxford Economics y financiado por el Lloyds Bank, hablaba de un legado de hasta 5 millones de libras que la capital inglesa recibirá hasta 2017, un 80% del impacto total que este evento tendrá sobre la economía del país. David Cameron, por su parte, aseguró que reportarían más de 16.200 millones de euros en los cuatro años posteriores a su ejecución.

Sin embargo, durante su organización, el Reino Unido pasó de tener una deuda pública del 52% de su PIB en 2008 al 85% en 2011. Además, según el estudio de la Escuela de Negocios Said, Londres ha hospedado los Juegos más caros desde 1996. El presupuesto inicial para estos Juegos rondaba los 4.000 millones de euros. 11 días antes de que comenzaran, el dinero gastado ascendía a 14.000 millones, aunque según las investigaciones que está llevando a cabo Sky Sports, el coste total puede llegar a alcanzar los 24.000 millones de euros. Los datos confirmados reflejan que Londres 2012 ha dejado un incremento de la deuda británica en torno a los 4.000 millones de euros. Una deuda que, según aseguró el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, supondrá una década de austeridad para el país.

La de la seguridad fue una de las partidas que más desvío presupuestario generó. Al principio se contempló destinar 400 millones de euros, pero antes de los Juegos ya se había elevado a los 700 millones. Tras su finalización, alcanzó los 1.000 millones. El presupuesto elaborado para la candidatura de Madrid 2016 calculaba que serían necesarios 550 millones de euros para cubrir los gastos de seguridad. Para la de Madrid 2020, esta cifra se ha rebajado a 19 millones. En Londres 2012 se utilizaron 42.000 agentes para garantizar la protección de los asistentes al evento. Según el informe entregado al COI, Madrid 2020 tiene previstos 70.000 efectivos.

A priori, parece factible que pueda producirse un sobrecoste derivado de esta partida. Por hacer una estimación, el Gobierno catalán planteó en 2012 a los organizadores de cualquier evento deportivo compartir una parte de ese gasto y propuso que aportaran 30 euros por hora y persona. Se negaron, pero sirve como referencia. Supongamos que cada agente trabaja 12 horas al día. El coste diario de “una parte“ del gasto para 70.000 agentes de seguridad es de 25 millones de euros, y supera los 400 millones durante los 16 días que duran los JJOO.
 
K

KocoriKo

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A ver si se lo adjudican, así compro algún pisillo y despues lo vendo por el doble como en la buena época de la burbuja inmobiliaria.:)
 
K

Kerfo

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Lo gane España o Japón, cualquiera de los dos podría quebrar antes de 2020. Veo dificil que se lleguen a celebrar
 

Tizo

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Con los minutos contados para la elección en Buenos Aires de la ciudad organizadora de la Olimpiada de 2020, los síntomas no son tan favorables a Madrid como en los últimos días. Pero tampoco quiere decir nada, porque hay más de un precedente de favoritos que en el momento de la verdad cayeron estrepitosamente. Sin ir más lejos, cuando ganó Londres para los Juegos Olímpicos del año pasado, todas las apuestas daban a París como seguro vencedor. Como advierte el brasileño Carlos Nuzman, jefe del equipo que logró el arrollador éxito de Río para 2016, en este sprint final para rebañar votos lo más importante es no meter la pata. Es muy fácil perder por pasarse en el esfuerzo. Así que nada de hablar mal de las otras dos ciudades candidatas. Puede ser letal.

Desde este punto de vista, que está documentado en la historia de los JJOO, una crónica en The Wall Street Journal este viernes puede perjudicarle a Madrid 2020 por un comentario de Marisol Casado sobre Tokio y el accidente nuclear de Fukushima. La española miembro del COI junto con Juan Antonio Samaranch y José Perurena aludió en una entrevista hace días en El País al 'miedo a la central nuclear japonesa, y creo que no les va a dar tiempo a recuperarse'. Era la respuesta a una preguna concreta, pero el altavoz del WSJ en estos momentos críticos no beneficia nada. Y menos cuando el diario neoyorquino cita además el resto de la frase de la presidenta de la Federación Internacional de Triatlón: 'Está claro que la gente del COI lo tiene en mente'.

Los autores de la crónica del WSJ, nada menos que cuatro, pasan revista a las tres candidaturas: Madrid, Estambul y Tokio. Y afirman que las tres tienen 'serias' pegas e inconvenientes. Pero hay otra frase que quizás hace unas semanas no tendría ninguna importancia pero que ahora también podría dañar los intereses españoles si alguien considera que se está intentando 'comprar' votos. Esto es lo que escriben Matthew Futterman, Ilan Brat, Richard Boudreaux y Alexander Martin: 'La candidatura también ha tratado de presentarse como el mejor partido potencial. En una reciente convención deportiva internacional, las presentaciones de Estambul y Tokio enseñaban mapas y maquetas. Madrid ofreció jamón serrano y copas de rioja'.

Curiosamente, The New York Times publica otra crónica que parece calcada a la del WSJ. O viceversa. Firmada por Jeré Longman, incluso el título es igual al destacar que las tres ciudades candidatas tienen defectos. La única diferencia es que no dice que sean 'graves' ni 'serios'. Pero sí emplea el mismo argumento de que de un tiempo a esta parte, los organismos deportivos internacionales como el COI y la FIFA han ido alternando las sedes de los grandes acontecimientos, adjudicándoselos a países y regiones donde nunca antes hal albergado ningún evento importante. Con ese baremo, ambos diarios creen que si se sigue la norma, Estambul debería ser la elegida este sábado en la capital argentina.

Lo que pasa es que aún resuenan los disturbios de hace pocos meses y las cargas policiales reprimiéndolas. Y hace poco fueron condenados unos cuantos militares por una supuesta conjura para un golpe de estado. Y con ello, el primer ministro Erdogan se ha ganado a pulso, por mucho que quiera presentarse como otra cosa, justa fama de autoritario. Mala recomendación. Tokio, por su parte, tiene en contra Fukushima y la mala gestión de la planta nuclear y contención del vertido radiactivo. Tampoco son puntos fuertes el que ya organizó unos Juegos Olímpicos en la misma Tokio, en 1964, y dos JJOO de Invierno. A favor tiene todo lo demás: dinero, organización, seriedad. Pero ahí es donde también pueden haber dado un patinazo al presentarse con un aire de superioridad insufrible. 'Están en buenas manos, que pueden montar unos Superjuegos en estos tiempos de incertidumbre', ha dicho Masato Mizuno, máximo responsable de la candidatura de Tokio. Con ello estaba haciendo veladamente de menos a las otras dos ciudades.

Hay otras crónicas que hacen hincapié en la fortaleza que presenta Madrid 2020 al apostar por la austeridad como mérito y a los JJOO como una oportunidad para que el deporte sirva a la sociedad. Así lo expresa una información en Die Tageszeitung: 'Candidaturas olímpicas para 2020: Madrid quiere una salida deportiva a la crisis'. Y otra en Telepolis: 'España espera los Juegos Olímpicos como si fueran un salvavidas; el país espera que la economía vapuleada dé un vuelco con la olimpiada'. El gran obstáculo de Madrid que señalan todas las crónicas es que es capital de un país 'roto', azotado por la recesión y con una tasa de paro inconcebible. Las últimas apuestas citadas por los diarios neoyorquinos le otorgan a Madrid la tercera plaza y a Tokio la primera.

Y si no apuestan claramente por ninguna candidata, hay otro diario anglosajón que sí lo hace. El londinense The Times publica un editorial titulado 'Delicia turca', y lo argumenta: 'El movimiento olímpico tiene una oportunidad histórica de probar que es auténticamente global; si Estambul logra ser elegida mañana organizadora de los Juegos Olímpicos de 2020, la maratón cruzaría el Puente del Bósforo desde Asia a Europa'. Todo con tal de castigar a la pérfida España, que se empeña en querer recuperar Gibraltar.
 

droblo

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Miles de millones gastados fiados a la arbitrariedad de una decisión
¿Merecía le pena el riesgo?
 
B

Barraplas

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A ver si se lo adjudican, así compro algún pisillo y despues lo vendo por el doble como en la buena época de la burbuja inmobiliaria.:)
Tu pozo en un gozo :p
 
N

No Registrado

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Droblo, lo bueno es que aunque hayamos perdido, era la opción más rentable. Cuando escucho que los Juegos iban a mejorar la imagen de España me imagino a una pareja que casi pierde la casa hipotecada y su negocio y se compran una tele o se van de viaje, con la idea de que mejore su imagen, su imagen según para quien puede que mejore, pero su situación económica no ha quedado muy claro que haya mejorado o que eso vaya a atraer a más clientes.
 

Tizo

Well-Known Member
Madrid 2020, contratos adjudicados en los últimos dos años (Todos ellos IVA excluido):
• Servicios Jurídicos: 310.000 euros
• Consultoría del Dossier: 740.000 euros
• Asesoramiento Laboral y Fiscal: 44.100 euros
• Renting de Equipos multifunción: 24.000 euros
• Diseño de la página web: 59.000 euros
• Grafismo de planos: 59.500 euros
• Vídeos de la página web: 38.500 euros
• Preimpresión del dossier: 85.000 euros
• Agencia de comunicación: 2,39 millones de euros
• Aplicación interactiva: 49.000 euros
• Teatro infantil: 247.501 euros
• Traducción del dossier: 20.800 euros
• Suministro del dossier: 55.613 euros
• Elaboración de la maqueta: 36.480 euros
• Acondicionamiento de las instalaciones para la presentación al comité evaluador: 265.000 euros
• Programa 2020: 41.550 euros
• Instalación y retirada de materiales de publicidad exterior: 35.312 euros
• Uniformes utilizados en Buenos Aires: 42.895 euros
 
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