Para S&P, el efecto contagio de las revueltas sigue vigente

Johngo

Well-Known Member
La región registró en los últimos tiempos una menor tasa de subas en las calificaciones que otros mercados emergentes por el lento avance de sus reformas estructurales

Ningún país de Medio Oriente y del norte de África es inmune al contagio del descontento político que tanto ha golpeado a naciones como Libia, Túnez y Egipto, asegura la agencia calificadora Standard & Poor’s.

El hecho de que las protestas se hayan expandido desde los importadores de petróleo como Túnez, Egipto y Jordania hasta los exportadores como Bahrein, Libia y Omán constituye una señal de que la riqueza obtenida de recursos naturales no es suficiente por sí sola para contener la intensa presión política, opinan los analistas de S&P. En la agencia evaluadora también subrayaron el peligro que Irán representa para la estabilidad en la región.
“Consideramos que la posibilidad de insurrección política no puede ser excluida del resto de las naciones MENA (Medio Oriente y Norte de África) donde la agitación política ha sido hasta ahora modesta o nula. Sin embargo, a nuestro criterio, la probabilidad de que se produzcan esos acontecimientos disminuye con niveles de riqueza y recursos fiscales”.
El informe llegó justo luego de que las agencias calificadoras bajaron la nota de varios países en la región. S&P recortó sus evaluaciones en Túnez, Egipto, Jordania, Bahrein y Libia este año a raíz de los elevados riesgos políticos. Todos quedaron en revisión para eventuales nuevas rebajas.

Las bolsas en toda la región han caído porque los inversores temen que el descontento llegue a Arabia Saudita, el líder político y económico del mundo árabe.
En S&P explicaron que “Arabia Saudita comparte muchos de los factores de riesgo” presentes en otros países donde hubo agitación social: alto desempleo juvenil, población joven y limitadas libertades civiles. Pero aseguraron que el reciente paquete de beneficios por u$s 35.000 millones ofrecido por la familia real Saudí puso en relieve su preocupación ante los potenciales riesgos.

Sin embargo, agregaron los analistas: “Si llegara a ocurrir un levantamiento político en Arabia Saudita, un escenario que actualmente consideramos poco probable, las ramificaciones, tanto geopolíticas como geoeconómicas, podrían ser severas.” En términos más amplios, S&P cree que ningún país en la región es inmune a la agitación política porque casi todos ellos comparten los mismos problemas. La agencia mencionó las preocupaciones económicas, las débiles perspectivas de crecimiento y la pérdida de esperanza de la juventud, así como factores políticos como la generalizada corrupción, las élites que se enriquecen y la falta de representación política.

“Los resultados de los recientes acontecimientos políticos son aún altamente inciertos, pero podrían tener un profundo efecto en la naturaleza de riesgo geopolítico en el Medio Oriente y el norte de África, y a su vez, en las calificaciones de varias naciones MENA,” opinaron en S&P.

En los últimos años, la región registró una menor tasa de subas en las calificaciones que otros mercados emergentes por el lento avance de sus reformas estructurales, argumentó Standard & Poor’s.

RICHARD MILNE – Financial Times
 
Arriba