El interbancario en Venezuela al 18%

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Ángel Guzmán.– Nunca una frase ha costado tanto dinero. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, aprovechó el acto de entrega de certificados de pago a los antiguos ahorradores del Banco Federal, una de las últimas entidades financieras intervenidas por su Gobierno, para instar a todas las instituciones ligadas al Estado a incrementar sus depósitos en la banca pública, en perjuicio obviamente de las entidades financieras privadas, entre las que se encuentra el BBVA. "Habrá menos razones para que un ministro o un alcalde deposite en la banca privada, no es que esté prohibido, pero habrá que darle prioridad a la banca pública", señaló. Las consecuencias de ese mandato de Chávez no se han hecho esperar. Un grupo de bancos urgidos de bolívares para hacer frente a sus compromisos financieros ha tenido que solicitar créditos a corto plazo a las entidades que cuentan con suficiente liquidez.

El resultado es que el tipo de interés interbancaria, que mide el precio al que los bancos se prestan entre sí, alcanzó el 29 de septiembre el nivel más elevado en lo que va de año. Esa tasa tocó máximos del 18%, aunque el tipo medio de las transacciones realizadas en el interbancario durante septiembre se situó en el 12,7%. En agosto, el coste promedio de la financiación interbancaria era del 2,8%, por lo que en un mes se ha multiplicado por cuatro veces y media.

La explicación de ese espectacular encarecimiento de la financiación interbancaria es bastante sencilla. El Gobierno de Hugo Chávez está acelerando la concentración del dinero del Estado, de los ministerios, organismos y empresas vinculados, en la banca pública. Las entidades financieras que no tienen una base de depósitos que permita compensar fácilmente el retiro de estos fondos públicos necesitan acudir al mercado interbancario.

El BBVA, el mayor banco privado de Venezuela, explica que en la estrategia de recursos de clientes "se sigue priorizando la comercialización de las modalidades de menor coste", como las cuentas a la vista y de ahorro, aunque elude si ha sufrido tensiones de liquidez al perder depósitos públicos. Sí reconoce que la devaluación del bolívar fuerte en enero ha generado una revalorización de las posiciones en dólares estadounidenses mantenidas en el BBVA Banco Provincial. Y que la hiperinflación ha perjudicado la partida de gastos de explotación. En el primer semestre (último dato oficial), el BBVA en Venezuela sufrió un descenso del 22,7% en el margen neto (203 millones de euros) y del 30,9% del beneficio atribuido (69 millones).

En cualquier caso, que el Gobierno de Chávez iba a concentrar los recursos del Estado en los bancos de Venezuela y Bicentenario, de titularidad y gestión públicas, no es una sorpresa. Ya en diciembre de 2009, la consultora Ecoanalítica avisaba: "Los bancos más vulnerables en los próximos meses serán los que tengan alta proporción de fondos públicos (medianos y pequeños en su mayoría)". Y recomendaba: "Es importante que los bancos diseñen mecanismos que les permitan disminuir su dependencia de los depósitos oficiales".

En los primeros siete meses del año los depósitos del Estado en el Banco de Venezuela, adquirido por Chávez al Santander tras impedir que se vendiera a un grupo empresarial local, aumentaron un 115% para ascender hasta los 8.768 millones de bolívares.

Pero hay más amenazas sobre el BBVA y la banca privada que opera en Venezuela. Edgar Hernández Behrens, presidente de Sudeban, la institución que supervisa a las entidades financieras en la República Bolivariana, admite que "estamos pensando en limitar las operaciones interbancarias" porque no están reguladas. Y no tiene inconveniente alguno en señalar que "el Presidente de la República ha dado instrucciones para que el dinero de los entes de Estado esté en los bancos públicos", cuando en la actualidad se encuentra el 60% en las entidades financieras controladas por el Gobierno y el 40% restante, en las privadas.

Al supervisor de la banca en Venezuela no le preocupa que el número de entidades financieras haya bajado, en un año, a la mitad: de 60 a 34. "Siempre se decía que teníamos demasiadas instituciones bancarias en el país en relación con el tamaño de la economía. En Colombia, que hay 50 millones de habitantes, tienen 18 instituciones bancarias. Nosotros pensamos que entre 25 y 30 instituciones es un número suficiente para manejar toda la economía venezolana". Por supuesto, "por ahora no está prevista" la concesión de nuevas licencias bancarias, aunque el presidente de Sudeban elude que no se ha recibido petición alguna para entrar en el mercado financiero de Venezuela.

El organismo supervisor de la banca en Venezuela apoya con rotundidad el plan de Chávez para obligar a las entidades financieras a conceder créditos a sectores considerados estratégicos por el Gobierno, aunque eso perjudique sus cuentas de resultados. Edgar Hernández Behrens es firme partidario de que el 70% de la inversión crediticia de los bancos privados esté "dirigida" por el Gobierno. "Hay que incentivar estos créditos, que sean más atractivos, hay que buscar una combinación de las tasas de interés (pasivas y activas) que sea rentable, que no haya mucha diferencia de los beneficios para la banca de los créditos para los sectores productivos que de los préstamos comerciales. La banca prefiere otorgar créditos comerciales y de tarjeta de crédito porque son más rentables. Pero tenemos que buscar un equilibrio y tomar conciencia todos de que lo que más le conviene al país son los créditos a los sectores productivos. Eso es lo que nos impulsa hacia el desarrollo", insiste en declaraciones a medios de comunicación de Venezuela.

Por si no fuera suficiente, a la mudanza de los depósitos del Estado desde la banca privada hacia la pública se suman las restricciones para operar con dólares, ante la carencia de divisas que tiene Venezuela. Las tensiones en los niveles de liquidez de la banca privada que opera en la República Bolivariana se incrementan al haber acelerado Cadivi (la institución que se encarga del control de las operaciones con divisas) el ritmo en la entrega de dólares a las empresas, lo que se traduce en retiros de bolívares para cancelar las divisas.

La conjunción de estos factores ha disparado el recurso de las entidades financieras privadas al interbancario, con el espectacular incremento del coste de esta financiación.
 
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