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Líneas que un empleado no debería sobrepasar

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lineaMuchas veces es difícil no atravesar en el trabajo la delgada línea entre lo personal y lo profesional y si tienes mucha confianza con tu jefe o tus compañeros, más.

A pesar de todo, hay que saber diferenciar entre lo personal y lo laboral. Hay algunas líneas que no se deberían cruzar. Desde Equipos&Talento nos dicen algunas líneas rojas que no se deberían cruzar:

  • Redes sociales: Las redes sociales son una parte de tu marca personal dentro de la empresa. Por eso, si tiene agregado a alguno de tus superiores será necesario que cuides tanto tus publicaciones, como tus comentarios. Puesto que en muchísimo casos se premia a los que mejor se venden y no a los más profesionales, tu huella digital debe reflejar exactamente los aspectos con los cuales quieres venderte. En caso contrario, uno se la juega a dar una imagen inapropiada para una empresa.
  • ¿Cómo venderse?: Es importante no venderse por encima de lo que somos. Es mejor mostrar quiénes somos y cuáles son nuestras habilidades reales, ya que esto se reflejará en nuestros resultados. Por lo tanto, venderse como algo que no somos reducirá la confianza y el respeto de nuestros compañeros hacia nosotros.
  • Imprescindible o invisible: «Las organizaciones deben entender que es necesario que haya profesionales que sean influencers y que tomen decisiones importantes siendo invisibles», se detalla en Expansión. Si eres uno de ellos, no deberías vivir obsesionado con ello. Si bien las empresas deben reconocer a este tipo de profesionales, el empleado no debe creerse como alguien insustituible y debe trabajar para reinventarse constantemente, aportando valor a la empresa.
  • Pesimismo: Evita a toda costa ser el pesimista del trabajo. Las quejas constantes y la infravaloración del trabajo terminan por más problemas de los ya existentes.
  • ¿Ser auténtico?: «Hoy ser uno mismo es un requisito», se explica en el diario Expansión. Por ello, ponerse una careta en el trabajo puede acarrear consecuencias que deberán asumirse. No es necesario comunicar todas y cada una de las cosas que se nos pasan por la cabeza, pero ser uno mismo nos ayudará a estar cómodos en el trabajo.
  • Expectativas: Para empezar, no idealices tu trabajo ni te crees expectativas que no se van a cumplir. Todo trabajo tiene su parte positiva y su parte negativa. Limítate a ejercer bien tu trabajo y crear un ambiente favorable, de lo contrario caerás en un pozo de frustraciones.
  • Ser pelota: Rehúye del peloteo. Adular a tu jefe en decisiones inapropiadas e injustas te situará, seguramente, en el punto de mira del resto de la oficina. Además, puede que alguna de estas decisiones termine por afectarte también a ti.

¿Qué más líneas rojas crees que no se deberían sobrepasar?

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