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Comer sano en la oficina

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comerYa se han pasado las vacaciones de navidad, hemos comido y bebido a lo grande y casi, sin remordimientos, pero ya no hay excusa: nos queremos quitar los kilillos que hemos cogido. Da pereza, eso seguro y además intentamos buscar todo tipo de excusas. Alguna de ellas es que comemos fuera de casa casi todos los días. o que tenemos muy poco tiempo para comer y por tanto comemos cualquier cosa.

Es cierto que desde la primera hora de la mañana la mayoría preferimos dormir un poco más y directamente, no desayunar. Siempre piensas en tomarte un café en cuanto llegues a la oficina, pero no suele suceder: llegas y te encuentras con un montón de email, notas, llamadas y… cuando te quieres dar cuenta ya te has saltado el desayuno. Lo malo es que eso puede llegar a pasar también con la hora de la comida! Y es ahí cuando nos decidimos por la comida rápida, que evidentemente no es lo mejor para nuestra alimentación.

Este es un tema que preocupa y cada vez más tanto a la sociedad en general como a las propias empresas y es que todos los estudios demuestran que la obesidad provoca disminución de la productividad y estiman que puede generar entre 1,61 y 1,74% más de ausentismo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce la importancia de la alimentación dentro de la jornada laboral, pues los problemas generalizados de la escasa ingesta hasta el exceso o ingesta inadecuada de proteínas, energía y micronutrientes han generado la alerta. La OIT afirma: “Una alimentación no adecuada de un trabajador puede disminuir en hasta un 20% la productividad”.

Hace poco salió la noticia de que Google pone a sus empleados a dietaLas cinco cafeterías de Google en la sede de Nueva York informan a los más de 3,000 empleados a través de un cartel, el contenido nutricional de su plato a elegir y no solo eso, también los separan por colores: Las comidas sanas como frutas, verduras y granos integrales están indicadas con color verde. Las que se deben comer de forma moderada como carnes blancas, nueces y lácteos están etiquetadas con color amarillo, y los alimentos que deben consumirse de manera ocasional, como carnes rojas, granos refinados y papas, se exhiben con color rojo. Además de categorizar las comidas, hasta esconden algunas de las «malas.» Por ejemplo, esconden los refrescos en la parte baja del refrigerador, justo debajo de los jugos y en un vidrio opaco.

La cultura de regalar comida a los trabajadores de Google nació de la inquietud de sus fundadores Larry Page y Sergey Brin al calcular el tiempo que le tomaba a los ‘googlers’ salir a comer:  ofrecer comida en la oficina le ahorraría 30 minutos a cada trabajador por día y aumentaría la productividad.

Según los resultados del barómetro FOOD “Fighting Obesity through Offer and Demand”, un 72% de los trabajadores españoles sigue optando por salir a comer fuera de la oficina. La media europea, sin embargo, se queda en el 35%.

El 61% de los trabajadores españoles sale habitualmente a comer a restaurantes en su jornada laboral, seguido por los checos, con un 44,7%; los eslovacos, con un 32,6%; o los italianos, con un 30,3%. Los establecimientos de comida rápida, con un 7,2% y las cadenas de sándwiches y comida preparada, con un 3,7%, son las otras dos opciones de los trabajadores españoles para comer durante la jornada laboral.

Eso sí, la elección del restaurante  es una tarea muy importante y basada en la calidad y variedad de los productos con los que se elaboran los menús. Este hecho demuestra el interés de la gente por cuidar su alimentación y acudir a establecimientos concienciados con los hábitos de vida saludable. Por ejemplo, las verduras son un imprescindible en la dieta del 61,9 % de los trabajadores que comen fuera de casa, a diferencia de otros países europeos. Además, en España le damos mucho valor a los productos locales y de temporada, un 69,6%, que se han convertido en un básico de nuestros platos.

Junto a la calidad, importa cada vez más el precio. Mientras en 2012 sólo un 12,3% consideraba determinante el precio a la hora de elegir el sitio donde ir a comer, en esta edición del estudio la cifra se eleva hasta el 43,2%.

Y tú, ¿cuidas tu alimentación diaria?

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