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La banca en la sombra ¿Alternativa o riesgo?

Resultado de imagen de shadow bankingTodos sabemos que el sistema bancario tradicional ofrece cuentas corrientes, de ahorro, préstamos para automóviles y hipotecas, y varios otros servicios financieros. Pero la mayoría de la gente no puede entender que estas instituciones no poseen capital infinito, y por lo tanto quedan limitados en la cantidad de préstamos que pueden proporcionar a los consumidores o al entorno empresarial. A partir de esta limitación es donde el sistema bancario en la sombra entra en juego. La banca en la sombra la podríamos definir como aquellas actividades financieras  con características bancarias (que conlleven apalancamiento y transformación de plazos), realizadas por entidades financieras no bancarias.

Los bancos se dieron cuenta de su capacidad de beneficiarse de los préstamos estaba limitado por el acceso al capital y el tamaño de su balance. Así que en lugar de los préstamos, comenzaron a especializarse en préstamos de origen, «empaquetarlos» y venderlos a otros inversores a través de titulización de los procesos a través de los bancos de inversión y ese es el nacimiento del «sistema bancario en la sombra», que proporciona una vía de capital destinado a comprar estos títulos.

Cómo funciona la banca en la sombra es bastante simple. Una institución financiera prestaría tanto dinero como sea posible para el hogar (hipoteca), actividades de consumo y préstamos para automóviles. Seguidamente, la banca de inversión crea nuevos productos a través de la titulación de estos grupos de activos. Estos valores serían luego ser vendidos a una variedad de inversores como los fondos de pensiones , fundaciones, fondos de inversión, fondos de cobertura y otras instituciones financieras que fueron la parte de financiación del sistema en la sombra. Estos instrumentos podrían tener un gran número de formas y nombres que a muchos les suena a chino tales como valores respaldados por activos (ABS), obligaciones de deuda garantizadas (CDO), valores respaldados por hipotecas (MBS) y obligaciones con garantía (CLO). No obstante, también entrarían dentro de la modalidad de banca en la sombra, el crowdfunding, el capital riesgo y los fondos de financiación pública con orientación en el largo plazo.

Cabe señalar que está maniobra de la banca en la sombra, hay que enmarcarla en un entorno en el que tras los atentados del 11S, la Reserva Federal, que tiene el monopolio del dinero, y al rebajar notoriamente los tipos de intereses, lo que hundió las rentabilidades de los bonos estadounidenses, fue un claro incentivo para que los inversores adoptaran más riesgo. De hecho, uno de los muchos problemas es que la Reserva Federal no tuvo en cuenta no sólo su influencia increíble inherente a la economía y la hiperdependencia de los tipos de interés. Las empresas que no eran los únicos agentes económicos dependientes de bajas tasas de interés, sino que los dueños de las casas sólo podían pagar su hipoteca si los tipos se mantenían bajos. Esto llevó a las instituciones de crédito a la venta de estos créditos a otros inversores en forma de valores de renta fija innovadores. Por lo que parecía una situación «win-win» para todos los involucrados. Los consumidores recibieron el crédito barato que deseaban y los inversores encontraron una manera de ganar una mayor rentabilidad. Esta situación se revirtió con el pinchazo de la burbuja inmobiliara estadounidense, llamada también subprime.

Se estima que en 2013, el volumen de este sistema equivalió a 73 trillones de dólares, de manera global, supone entre el 25% y el 30% del sistema financiero total y la mitad de los activos bancarios. En países como Estados Unidos o Canadá está entorno al 25%. En los países bajos el año 2012 alcanzaron casi el 45%. Los países con menos actividad son Rusia Turquía o Singapur. En España la actividad se sitúa en media en el 17%. En la Eurozona, la cifra global se estima alrededor de los 22 trillones de dólares, representando el 31% del total.

En un entorno en el que el crédito bancario ha quedado estancado, en el que el peso de la banca a nivel europeo está sobredimensionado y supone el 300% del PIB, la banca en la sombra supone un substitutivo para la financiación de empresas y familias cuando el acceso al crédito a quedado restringido. Uno de los puntos fuertes de la banca en la sombra es que  suponen una fuente adicional de financiación: el hecho de que los bancos hayan establecido requisitos muy fuertes a la concesión de los créditos ha proporcionado una oportunidad de negocio para estas entidades.

También, hay otros puntos que a algunos les preocupa sobre la banca en la sombra. En estas instituciones no existe un marco regulatorio compacto, lo cual da lugar a la evasión de las normas y al arbitraje reglamentario bancario. Esta serie de operaciones podrían utilizarse para eludir la normativa o la supervisión aplicadas a los bancos ordinarios, al fragmentar el tradicional proceso de intermediación crediticia en estructuras independientes que negocian entre sí.

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