Mañana empieza abril, el mes que por estadística se ha convertido en las últimas décadas en el mejor del año para las bolsas y en el que el 23 tenemos la convocatoria electoral a la que más miedo se tenía hace unos meses: las presidenciales francesas. Pero no parece que lo segundo amenace lo primero ya que hasta el 7 de mayo no habrá la resolutiva segunda vuelta. No obstante, y visto que el primer cuarto del año ha sido tan positivo, podría ser una excusa perfecta para que los que han alcanzado en poco más de tres meses el objetivo de beneficio planeado para todo el año, recojan velas. Al fin y al cabo, la máxima que dice “sell in may and go away” funciona bastante bien, sobre todo en años tan rentables como el actual.
No parece que Le Pen pueda vencer en una segunda vuelta pero siempre existe el riesgo de que un atentado o un escándalo de algún rival (ya le pasó a Fillon) dé un vuelco a las encuestas que a día de hoy lo descartan. Pero incluso si ganara, ¿hay motivos para tener miedo o será como con Trump y el Bréxit, que de momento son sólo un susto? Pues nadie sabe qué hará realmente un político tras ganar unas elecciones pero algunos puntos de su programa electoral cambiarían nuestra área económica, especialmente las que atañen a la salida del € y la recuperación de la soberanía monetaria para, por un lado, acabar con la independencia del banco central y por otro, utilizarlo para financiar las emisiones de deuda en “neofrancos”. Esto acabaría con Francia fuera de la Eurozona pero también existe el riesgo de que sea el final de la Eurozona e incluso del € ya que la importancia económica de Francia es enorme.
Pero es que además existe el mismo riesgo para la Unión Europea. Si cumple con determinados puntos de su programa, la pertenencia de Francia en la UE sería casi imposible ya que quiere, entre otras cosas, imponer barreras al comercio por medio de un alza de los aranceles, subvencionar la industria nacional aunque no sea competitiva, blindar las empresas francesas ante la adquisición por parte de capital extranjero, imponer la compra de productos nacionales, crear un impuesto sobre los trabajadores extranjeros y reducir la entrada de extranjeros a 10.000 personas por año. Todo esto choca con el propósito de la Unión Europa: un área donde haya libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales. Es decir, que o Francia se va o tenemos que replantearlo todo.
Por eso aunque no gane Le Pen, 2017 puede ser un año clave para la idea de Europa. Hasta hace muy poco el camino parecía ser “más Europa y menos soberanía nacional” pero si los europeos votan, cada vez más, en dirección contraria a eso, es normal que los dirigentes políticos actuales caigan en la tentación de echar el freno y hacer concesiones a los votantes más nacionalistas, algo que ya está pasando con el tema de los refugiados. También será importante ver si hay cohesión en las negociaciones con el Reino Unido o si algunos países deciden ser más flexibles por si en el futuro son ellos los que pretenden irse. Personalmente, soy muy crítico con el Euro y creo que la UE debe reformarse porque sus objetivos teóricos no son los de la mayoría de los europeos pero sería tan complicado romperlo todo ahora, tan difícil de imaginar un retroceso histórico tal, tendría además tanto coste… que quizás este limbo actual en el que nos movemos en el que no hay ni más Europa ni menos, sea la mejor opción de momento. Pero antes o después ganará una Le Pen en algún país miembro o habrá una nueva crisis que hará que se prefiera el riesgo del cambio a mantener las cosas como están… es cuestión de tiempo.
En cuantos a los mercados, el lunes dio un susto un miembro de BCE que dijo “the market should prepare for a change in ECB policy” lo que provocó que el €/$ se disparara por encima de 1,09 y las bolsas cayeran. Pero en unas horas todo se calmó, el euro volvió a bajar por debajo de 1,08 y las bolsas retomaron alzas marcando en Europa máximos anuales. Ni siquiera el inicio del Bréxit ha podido con la fuerte tendencia alcista que lo normal es que se prolongue mínimo unas semanas más. Lo mejor es que Wall Street no marca nuevos máximos históricos y no por eso pierden comba las bolsas de la Eurozona. Y como imagen, esta de Javier G. Echegaray con la evolución del coste de la deuda de las empresas españolas que en 30 años ha pasado del 13% al 3% (y seguro este año es aún más bajo):
Links.
- El cálculo del nuevo Euribor
- Situación Banca. Marzo 2017 – BBVA Research
- El PIB ha muerto. ¡Viva la felicidad!
- ¿Dónde se ha ido toda el agua? by Yasmin Siddiqi
- China necesita una gran estrategia nueva by Minxin Pei
- El uso de datos para encontrar un terreno medio by Bjørn Lomborg
- La eurozona todavía es vulnerable by Benedicta Marzinotto
- web interactiva de S&P para consultar rátings y datos económicos de cada país
- La ilusión de control
- Decrecimiento