La Audiencia Nacional ha condenado este jueves a seis años de prisión al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y a cuatro años y medio a su sucesor y presidente de Bankia Rodrigo Rato por los delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal por el uso que hicieron con su tarjeta black.
23 febrero 2017
Tras alcanzar un máximo en 2014, la relación de la deuda pública frente al PIB ha disminuido desde el 90,7% en 2015 y se prevé que con los actuales ritmos de desapalancamiento público, alcanzaremos el 85,7% a finales de 2019.
La reducción de la deuda se apoya principalmente por el diferencial de los tipos de interés existente gracias a la manipulación que está ejerciendo el BCE y el crecimiento favorable a la luz de las mejores condiciones cíclicas y bajas tipos de interés. Existen pequeños superávits primarios que también tienen un impacto favorable en la trayectoria de la deuda proyectada.
Poco a poco las expectativas van mejorando… Más de la mitad de los países de la zona euro, se prevé que superarán el 60% de deuda sobre PIB a finales de el horizonte de la proyección en 2019. Por otra parte, en varios países, se espera que el ratio de deuda pública seguirá aumentando en este horizonte de proyección.
Se necesitan más esfuerzos de saneamiento, especialmente en los países con elevadas ratios de deuda sobre PIB como es el caso de Italia, Grecia, Portugal y España. Los países con elevada deuda necesitan establecer sus ratios de deuda pública en una trayectoria descendente, ya que son particularmente vulnerables a una inestabilidad en el mercado de deuda o bien el alza de los tipos de interés que de no afrontarse podrían suponer un nuevo escenario de tensión en Europa.
El pleno cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) podría garantizar la corrección de los desequilibrios presupuestarios y lograr de una trayectoria sostenible de la deuda. Los países de la zona del euro con el espacio fiscal tienen margen para hacer uso del margen de maniobra disponible, por ejemplo, mediante la bajada de impuestos que aumente la renta disponible y la contención del gasto público.
Tras la presentación de los proyectos de planes presupuestarios a mediados de octubre, la Comisión Europea encontró que varios países estaban en riesgo de no cumplir con el PEC. Entre los países, seis países se encuentran en riesgo de no cumplir con las exigencias del PEC, como son: Bélgica, Italia, Chipre, Lituania, Eslovenia y Finlandia. Sin embargo quién más se ha desviado ha sido España del PEC que debe implementar nuevos ajustes para encaminar la estabilidad presupuestaria.
Con todo ello, se espera que el déficit presupuestario siga disminuyendo desde el 2,1% del PIB del 2015 al 1,2% del PIB para 2019. Los principales mecanismos para reducir el déficit son: Bajos tipos de interés, condiciones cíclicas positivas y un superávit primario que seguirán contribuyendo a una reducción del déficit.
La trilogía de novelas Star Wars: Aftermath, ha publicado esta semana su última entrega sobre el final del Imperio Galáctico y parece que arrojará la luz definitiva sobre la concepción de los Caballeros de Ren, una nueva organización formada por usuarios de la Fuerza que Kylo Ren liderará sobre el terreno en el episodio VIII: Los últimos Jedi.
Teniendo en cuenta que El despertar de la Fuerza establece que el equilibrio debe regresar a la Fuerza, parece que el Líder Supremo Snoke busca llenar el vacío de poder dejado en la galaxia por la desaparición de los Lord Sith y la ausencia de los Caballeros Jedi como guardianes del orden y la ley. Para ello, crea un grupo que mezcle elementos de ambos: la estructura de los Jedi (de ahí su nombramiento como Caballeros) y la devoción por el Lado Oscuro de los Sith.
Además, los Caballeros de Ren serían el resultado de una organización previa llamada los Acólitos del Más Allá, que surgió meses después de las muertes de Palpatine y Darth Vader liderados por Yupe Tashu y proclamando que “Vader vive”. Precisamente su devoción hacia Vader y el vestuario de los Sith, posibilitaría la conexión entre esta organización y los posteriores Caballeros de Ren.
Ayer murió Kenneth Arrow, el economista más joven en recibir un premio Nobel (51) una persona tan influyente como desconocida para la mayoría.
Uno de sus trabajos más importantes es la paradoja que lleva su apellido y se centra en el paso de lo individual a lo social. Aplicable tanto para una empresa, en la que los accionistas son la parte individual, como en la sociedad en la que tenemos a los ciudadanos y a los gobernantes.
El teorema demuestra que hay límites importantes que impiden a los sistemas de gobierno incorporar en su toma de decisiones las preferencias de los ciudadanos de manera coherente y cumpliendo con algunas propiedades deseables. Lo chungo de este teorema (lo tenéis aquí en detalle) es que llega a la conclusión de que el único sistema capaz de cumplir todas las reglas (desde la teoría) es la dictadura. Bajo un sistema dictatorial, la sociedad delega todas sus decisiones a un solo individuo para que las tome como le parezca mejor. Ningún otro sistema de gobierno es capaz de cumplir con todas la propiedades deseables.
Ni a Arrow ni a nadie que haya estudiado su paradoja le gusta el resultado (así que posteriormente añadieron la regla de “Ausencia de dictador”) y más allá de ser un mero ejercicio teórico demuestra que no hay un sistema de gobierno perfecto ya que adoptar decisiones colectivas que beneficien a todos es imposible. No obstante, nosotros como ciudadanos debemos exigir que el sistema sea lo mejor posible.
Los que conocían a Arrow decían que era un tipo majete, en Sintetia hace dos años hicieron un par de artículos interesantes que los bordaron con tres lecciones sacadas de su experiencia.
Primera, que el mundo es más incierto de lo que mucha gente piensa y que ello nos obliga a extremar la prudencia: “en mi opinión, la mayoría de los individuos subestiman la incertidumbre del mundo… Nuestro conocimiento del funcionamiento de las cosas, en la sociedad o en la naturaleza, arrastra nubes de vaguedad… Al elaborar una política de amplias repercusiones sobre un individuo o una sociedad, hay que ser cautos, porque no podemos predecir las consecuencias”.
Segunda, que la incertidumbre debería llevarnos a veces a callarnos. “Hay que callar la boca” en todo aquello “de lo que no se puede hablar”, simplemente para evitar los disparates y el vacío: “La fragilidad de nuestro conocimiento tiene con frecuencia otra consecuencia: la expresión del disparate. En apariencia, gran parte de nuestra comunicación es portadora de significado, pero en realidad no ocurre así. No es en absoluto informativa. Naturalmente, el discurso cotidiano está plagado de declaraciones vacías”. De ahí que Arrow responda a veces a algunas de las preguntas que le plantean en las entrevistas diciendo que no tiene nada (interesante, fundamentado) que decir.
Tercera, que, aplicando su análisis, se aprende haciendo y, siguiendo su ejemplo, se vive aprendiendo, en un maravilloso círculo virtuoso (hacer-aprender-vivir-hacer…). Arrow se retiró (pasó a emérito) en 1991, a los 70 años, “como se requería entonces”, pero a la alturas de 2014 (93 años) sigue “haciendo” (artículos científicos y otras tareas urgentes) y, por lo tanto, sigue “aprendiendo” y, consecuentemente, sigue “viviendo” intensamente. Se le puede encontrar en los temas y problemas del cambio climático y de la sostenibilidad (en la equidad intergeneracional, en definitiva), y en los relacionados con la equidad internacional, a través de su destacada labor en el problema de la malaria, temas y problemas todos ellos a los que se sigue enfrentando con esa admirable y excepcional combinación de rigor y calor que le transmitieron Hotelling (el de su entrada en la economía) y Koopmans (el de su no salida de la misma).
Podría seguir hablando de él, pero siendo sincero más allá de su paradoja no conocía nada de su trabajo, así que siguiendo su consejo “Hay que callar la boca en aquello de lo que no se puede hablar“