Llevo unos días en los que no estoy ni en Europa y apenas me conecto y cuando navego y posteo alguna cosa en el foro y en twitter es porque aprovecho la wifi gratis – y que me dejan enchufar el portátil porque no me gusta usar el móvil- de la cafetería donde desayuno y tomo café por la tarde. Vamos, que estoy informado de todo pero desde una perspectiva un poco lejana. Aunque sigo teniendo la sensación de que mis opiniones son minoritarias porque van contra la creencia general, algo que me pasa también en España. Por ejemplo, estoy harto de escuchar que en nuestro país manda “el Ibex” pero lo cierto es que el Ibex quería una Gran Coalición tras el #20D que no se ha producido y si al final hay un gobierno, que no será ni de coalición ni estable, llegará con más de 10 meses de retraso y no por el bien del Ibex (ni por desgracia de España) sino porque el PSOE tiene miedo a un descalabro electoral si hay elecciones en diciembre. Para colmo el PP, que se supone es el partido que más le gusta que gobierne al Ibex, una de las escasas medidas que ha tomado estando en funciones ha sido la de subir los impuestos a las empresas. Vamos, que si el Ibex manda tanto, manda bastante mal. Tampoco me creo, contra la creencia general, que a muchos votantes no le esté preocupando la corrupción del PP y que no le castiguen en las urnas por ello, nadie sabe cuántos escaños más tendría Rajoy si no se viera tan enturbiada su gestión al frente de su partido con este tema. Por experiencia pienso que los votantes cuando hay crisis votan con el bolsillo (en épocas de expansión económica no tanto como vimos en 2004) y si a finales de 2011 arrasó el PP fue porque la gente tenía un sentimiento muy negativo sobre la situación económica del país y muchos identificaban la crisis con ZP. Ahora, por más que algunos siempre vean el vaso vacío, la sensación (y es comprobable en los comentarios de foros como este de entonces y de ahora) mayoritaria no es ni de lejos tan pesimista como lo era hace 5 años. Y, a mi juicio erróneamente, muchos achacan al actual gobierno ese cambio. Es decir, que seguramente sin la corrupción, Rajoy tendría bastantes más que los 6 escaños que le hubieran faltado en su último intento de investidura. ¿Qué por la corrupción debería tener menos? Estoy de acuerdo pero eso no quita para que muchos votantes sí lo estén teniendo en cuenta.
En cualquier caso, es muy común que una persona no se sienta identificada con lo que piensa la mayoría en temas políticos, lo que sí resulta más extraño es no estar de acuerdo con algún tema económico en el que autoridades y expertos tienen una visión común porque se supone es un tema que ellos dominan mejor. Y yo seguro que sé menos que ellos y por lo tanto probablemente esté equivocado pero no comprendo el consenso existente sobre la “solución” a la crisis bancaria que se les ocurre: hacer bancos más y más grandes. Por más vueltas que le doy no veo que eso sea un remedio sino todo lo contrario. Si BBVA y Santander se fusionaran, aparte de cerrar sucursales y despedir a muchos empleados, reducirían las alternativas de los consumidores y aumentaría su riesgo sistémico de forma peligrosísima ya que cualquier problema que tuviera ese posible megabanco haría temblar a medio mundo. ¿Y en qué se basan para creer que iban a ser más rentables o que iban a estar mejor capitalizados si al final dependerán, como separados, del crecimiento económico y de las medidas que tome o no BCE? Puedo comprender la postura de Draghi que habla de fusiones paneuropeas porque entiendo que hace política ya que sería un paso adelante para que hubiera más Europa pero no es realista: la idea que inspiró la Eurozona está de capa caída, el nacionalismo está creciendo y pensar en una Europa unida es cada vez es más utópico: no hay ni unión fiscal ni legal y no sólo no hay planes de que eso ocurra, es que está en peligro incluso la libre contratación de los trabajadores de un miembro de la UE en otro. Tampoco hay planes de fusiones sindicales ni de reclamaciones sociales comunes… Sinceramente, creo que la mayoría de los europeos no quiere más unión que la actual e incluso muchos desean menos. Entonces, ¿cómo va a ser viable un banco mitad español mitad alemán cuando las cifras económicas, las leyes (por ejemplo las de desahucios), las tasas de morosidad etc. son diferentes y por qué iban a ser más rentables juntos que separados?
En mi opinión el consumidor gana cuando hay más alternativas que menos (en marcas de refrescos, en redes sociales, en servicios financieros… en todo) y en el caso de los bancos, si no se quiere elevar el coeficiente de caja para que no dejen de crear tanto dinero (y entre otras cosas alimentar burbujas y financiar a los estados comprando la deuda que emiten), van a ser vulnerables ante cualquier crisis económica (y al parecer son inevitables cada cierto tiempo) y aumentando su tamaño lo que hacemos es elevar su riesgo. Será que tengo el defecto de pensar en el “que puede pasar si…” pero es que lo tenemos todo muy reciente: como ya dije al comienzo de la crisis financiera española, era mucho mejor dejar caer –o incluso rescatar si esa era la intención- a cada una de las 7 cajas que se fusionaron para montar Bankia, que a Bankia, cuya crisis en 2012 casi se lleva a todo el país por delante. Las fusiones fueron más negativas que positivas, tanto para España como para su negocio bancario porque ninguno de los problemas que tenían por separado Caja Madrid y Bancaja, que eran las dos mayores, se resolvió cuando se unieron. Popular se quedó con el Pastor y desde entonces ha tenido que ampliar capital ya dos veces. Por un lado estupendo porque a los españoles no nos ha costado nada contrariamente a las cajas de ahorros, pero es otra prueba evidente de que las fusiones no resuelven los problemas ni de rentabilidad ni de capitalización.
Y aun así, la gente que en teoría más sabe parece estar de acuerdo en seguir aumentando el tamaño de los bancos, ¿Por qué? No lo sé, se me escapa. Dicen que en un mundo globalizado el tamaño importa pero para mi eso es falso. Si hablamos de bancos españoles, un par de ellos como BBK y la Banca March, ambos pequeños, llevan años dando mucha tranquilidad a sus clientes ya que salen siempre arriba en los ránkings de solvencia. Y países pequeños como Suiza o Singapur ofrecen más garantías financieras que países enormes como Brasil o Rusia. Es decir, que asociar el tamaño a la solvencia, por muy globalizado que esté el mundo, es un error. Es más, en el caso de la banca creo lo contrario y me explico: lo que importa es que un banco tenga buenos activos, es decir, que invierta bien y para eso la diversificación es importante. En un mundo poco globalizado es bueno que un banco sea muy grande porque si tiene activos en Europa, África, Asia y América cuando haya crisis en un continente puede haber expansión en otro y compensar de algún modo. Sin embargo, en un mundo como el actual en el que si la bolsa china tiene una mala sesión las acciones de una cervecera mejicana se desploman pocas horas después, ¿qué ventajas tiene la diversificación? Las tiene pero son mucho menores y menos decisivas. Además, no es necesario un gran tamaño para tener inversiones multinacionales. Y hablando de multinacionales ¿No es propiciar empresas más y más grandes –sean de lo que sean- el camino hacia un peligrosísimo monopolio global dañino para nuestra libertad?
En cuanto a los mercados, apenas los estoy siguiendo estos días pero la noticia que más se repite es la subida del crudo (ya prevista aquí y que conducirá a un repunte de los IPCs globales pero que no parece muy sostenida en el corto plazo ya que depende mucho de rumores políticos de la OPEP), la fortaleza del $ (positiva para la Eurozona), el recordatorio este jueves de los malos datos de China (que llevaba meses “olvidada” en las crónicas) y la debilidad de la libra. En teoría esto último es algo que ayudará a las exportaciones británicas y así compensar la bajada que están sufriendo actualmente por culpa del resultado del referéndum del bréxit, además de elevar el precio de los activos en libras (como el índice bursátil FTSE) pero no todo es positivo puesto que subirá la inflación justo cuando hay temores de un bajo crecimiento y además con unos tipos de interés en mínimos. Y para colmo, es negativo para España. No sólo nos hemos convertido en un destino turístico en torno a un 25% más caro para los británicos (con lo que puede suponer de menor afluencia y de menor gasto para los que vengan), es que los residentes en España pueden tener la tentación de vender sus propiedades aquí para obtener unos euros por los que pueden conseguir un 25% más de libras que hace unos meses. Por eso España suele salir –tras Irlanda- entre los países que más afectados se verán por el Bréxit, y más tras unos años de récords turísticos que es probable sean irrepetibles en el corto plazo y por tanto en 2017 se inicie un cierto declive que será más acusado si el número de ingleses de reduce. Volviendo a la semana en sí, parece que se impondrá el signo negativo en las bolsas pero no cambia la situación de fondo. Como imagen (vía Perpe) la evolución alcista del Dax alemán pero también la bajista de su sectorial bancario. Un contraste muy evidente que no es cosa de los últimos meses sino del inicio de la crisis de 2008
Links.
- Mensual de economía y mercados de Caixabank: Octubre
- Tasa de ahorro e inversión en hogares (Países de Europa) II-2016
- La lógica política del Brexit duro by Jacek Rostowski
- Salvar a Italia de sí misma by Paola Subacchi
- La ¿verdaderosidad? en marcha by Lucy P. Marcus
- Los mercados y la calidad de las escuelas by Andrés Velasco
- ¿La Fed está jugando a la política? by Kenneth Rogoff
- Deuda externa de España II-2016
- Cataluña: situación y perspectivas – BBVA Research
- Artículos recomendados de la semana