Los mensajes políticos que nos lanzan una y otra vez a la opinión pública, debemos entender que siempre estarán condicionados a los propios intereses de la Administración Pública. Los intereses de todo político son muy sencillos de entender… quieren manejar los máximos ingresos fiscales posibles, pase lo que pase y le pese a quién le pese y quieren gastar todo lo que pueda y más sin importar las consecuencias, aunque haya que endeudarse hasta las cejas. Asimismo, ante cualquier shock siempre será acogido de la misma manera: “la culpa es ajena, el mérito es propio”. Así que vamos a repasar cuáles son los mensajes políticos que nuestros representantes nos lanzan de manera constante según los diferentes movimientos del los mercados financieros.
Mensaje político: La buena especulación es que la Bolsa suba, la mala especulación es cuando la Bolsa baja.
En primer lugar, si la Bolsa de Valores sube se extiende el mantra político de que los inversores establecen un mensaje de confianza en nuestra economía están invirtiendo y no especulando, apostando por las fuertes expectativas o el argumento que más me gusta… “defienden la gestión del Gobierno”, cuanto más suba un selectivo bursátil, más confiados están nuestros representantes políticos de que lo están haciendo bien. Sin embargo si la Bolsa está bajando o desplomándose no se tarda ni un segundo en decir “los malvados especuladores quieren hundir el país, están atacando los valores”, aún no he escuchado ningún portavoz del gobierno “no hemos, ni estamos gestionado de forma correcta los recursos”.
¿Cuáles son los intereses de los políticos? Si nos situamos en 2006, en plena burbuja inmobiliaria y la bolsa marcando máximos, ¿Cómo van a decir que es especulación? ¿Pinchar la burbuja y cargarse los millonarios ingresos fiscales que se perciben en ese entorno? Por cada punto porcentual de PIB “burbujero” se generaba 1,3 puntos porcentuales de ingresos fiscales, no hay sector que genere semejantes ingresos en las arcas públicas. Por lo tanto, de acuerdo con los interés políticos se identifica como anomalía lo que viene después de la burbuja no las propias burbujas.
Mensaje político: La buena especulación es que los bonos suban y el coste de la deuda baje y la mala especulación cuando los bonos bajan y el coste de la deuda sube.
Si nos alejamos del mundo de las Bolsas y observamos qué se comenta en el mercado de bonos, sucede algo muy parecido… cuando la cotización de los bonos sube y la rentabilidad baja y traspasa una y otra vez los mínimos históricos ¿Cuál es el mensaje? “Los inversores confían en la solvencia del país emisor de deuda”. Por contra el mensaje queda distorsionado cuando la cotización de la deuda baja y consecuentemente la rentabilidad de la deuda se dispara o la olvidada prima de riesgo es portada una y otra vez en los diferentes medios de comunicación ¿Qué nos dicen? “Los mercados están atacando a nuestro país” o bien “quieren dirigir nuestras políticas sociales”.
Los Estados se creen con el derecho absoluto a gastar, independientemente de los ingresos, y si hay que emitir deuda pues se hace y punto para eso está el Tesoro. Para más “Inri” esa deuda tiene que ser a un coste bajo, independientemente de los riesgos subyacentes del emisor. Pues bien, hasta donde tengo entendido hoy por hoy la deuda no supone un derecho es más bien una obligación y si los mercados fueran esos ogros tan malvados que nos dicen… ¿Por qué se acude constantemente a ellos para que les compren su deuda y depender de su dinero? ¿No es más sencillo dejar de gastar lo que uno no tiene ni tendrá? Un hecho curioso es el actual escenario de los bonos que muestran rentabilidades en mínimos, incentivando las emisiones de deuda, no es calificado como anomalía, mientras que el volumen de la deuda pública está ascendiendo a máximos. Me temo que esta situación no será criticada en masa por ningún portavoz del Gobierno…
Mensaje político: La buena especulación es que las materias primas bajen y la mala especulación es cuando las materias primas suben
En el mercado de las materias primas, los mensajes políticos estarán siempre vinculados según si el país es productor de materias primas o consumidor. En líneas generales, los representantes de países importadores de materias primas consideran que si el precio de las materias primas sube es especulación. Todo lo contrario sucede en los países productores de materias primas, por ejemplo tras el batacazo del barril de petróleo, saltó de inmediato el gobierno venezolano acusando a los especuladores y a los “yankis” de querer que el país se empobreciera. Como sigue siendo habitual, el gobierno quiere dar a entender que no tiene responsabilidad alguna de vincular un modelo productivo al precio de una commodity y no establecer un modelo productivo de diversificación.
Escrito por Marc Fortuño; @Marc__Fb