La banca es, junto a la política, el sector más criticado y hasta odiado por la población a estas alturas de la crisis. Pero así como en la política, debido al servilismo al líder de turno, todos son corresponsables de la mala gestión y las excepciones son mínimas, no es el caso en el sector financiero. Un bancario puede ser alguien que ha vendido preferentes a sabiendas que no eran una buena inversión pero también lo es uno que creía que sinceramente era un buen producto y hasta ha invertido parte de sus ahorros en ellos y por lo tanto es también una víctima. Bancario es el que invierte mal el dinero del banco pero también el que se cree las cuentas que le dicen y compra acciones en cada ampliación de capital y ahora está perdiendo mucho por ello y encima tiene miedo de que le despidan porque alguien de la cúpula consideró buena idea conceder créditos para construir urbanizaciones de lujo en páramos y la entidad ya no es solvente… Yo conozco muchos bancarios (y “cajeros”) de departamentos de Tesorería y algunos llevan años denunciando las políticas de sus jefes (incluso conozco a uno que fue “prejubilado” por ello) si bien la mayoría lo que hace es, como suele hacer todo el mundo, elaborar su trabajo lo mejor posible para llegar a fin de mes de la forma más holgada que pueda aunque no le guste ni su jefe ni su puesto ni su entidad ya que es uno de los sectores con más parados del país y el miedo al despido es alto.
¿Qué piensan los miles de empleados de banca de todo lo que está pasando? Imposible saberlo pero en las últimas semanas he hablado con 2 personas de 2 entidades diferentes, ambas con un alto cargo, y me han llamado la atención sus puntos de vista coincidentes. Por ejemplo, los dos echan pestes de Guindos. Ninguno entiende por qué, a la vez que pedimos más tiempo a Europa para cumplir con el déficit, se ha acelerado la exigencia de nuevas provisiones a la banca justo en el peor momento de nuestra historia económica reciente. No se explican por qué si es importante que fluya el crédito se recorta aún más la mínima liquidez que aún queda exigiendo requisitos ¡ya! a la banca española superiores a los del resto de la banca mundial. Yo les argumenté que los pufos descubiertos en cada entidad intervenida demuestran que es muy fácil manipular las valoraciones de los activos inmobiliarios y por eso es necesario un colchón superior pero en cualquier caso, creo que en parte tienen razón, no es coherente que el gobierno ponga tantas trabas justo en este momento tan delicado cuando es un sector tan necesario si queremos ver una recuperación de la economía.
Ambos coinciden en que los últimos stress test se han confeccionado para que parezca que sólo las entidades ya intervenidas están mal y sobre todo uno de ellos cree que la cifra es muy superior. En lo que sí están de acuerdo es en decir que la imagen tan positiva que se trasmite sobre BBVA y Santander no es correcta. Aunque su solvencia está asegurada –según ellos- pueden tener problemas de liquidez entre otras cosas porque son los que estaban peor preparados para las fuertes rebajas de ráting que sí habían sido previstas por la banca mediana y las cajas. Respecto al ráting de España confían que con las últimas medidas de apoyo europeas ninguna de las 3 agencias importantes nos rebajará a bono basura y están más preocupados porque DBRS –una agencia poco conocida pero que es tenida en cuenta por BCE igual que Fitch, moody´s y S&P- no nos rebaje del pedestal en el que nos tiene por si eso lleva a que BCE reduzca la liquidez que les presta a cambio del papel español.
Sobre el tema de las preferentes, detecté un cierto corporativismo para culpar más a la ambición del cliente que a los emisores y además todos se lavan las manos. Los que crean el producto no se consideran culpables de nada puesto que las condiciones son claras: si no hay beneficios no hay intereses y no se consideran responsables de que no exista un mercado secundario donde se puedan negociar. Uno me puso el ejemplo de la deuda autonómica: la gente la compra porque es muy rentable y no se paran a pensar que es ilíquida. Los que comercializan las preferentes tampoco se consideran responsables puesto que siguen las indicaciones de dirección de colocarlas como un buen producto que gustará a la clientela y el éxito en la colocación les da la razón según ellos… en resumen, incluso los que por su cargo nada tienen que ver con el tema porque ni tratan con clientes, justifican la actitud de sus compañeros.
Sobre la economía española, mucha negatividad ya que ninguno ve luz cercana que nos enseñe el final del túnel. Y por supuesto dejan claro que la posible salida de España del € es una opción que está ahí y de la que ya se han elaborado informes y que es un tema que surge incluso cuando hay reuniones con el Banco de España. Nadie la desea pero tampoco se excluye que pueda ocurrir por más que haya analistas que digan que es casiimposible que ocurra, que los políticos ni lo contemplen en público (salvo alguno) y que Draghi afirme que el € es irreversible. De hecho, el miedo de nuestros acreedores a que dejemos el € es, según uno de ellos, el mejor argumento que tiene Rajoy para presionar -y de ese modo conseguir- ayuda de Europa. ¿Lo habrá hecho ya?