Durante los últimos meses hemos escuchado continuamente en las noticias los problemas que está teniendo la banca para mantenerse a flote a causa de falta de liquidez. Falta proveniente en gran medida a que sus margenes de interés (diferencia entre la tasa activa y pasiva) son cada vez menores, pese a los esfuerzos realizados para atraer nuevos clientes con atractivas promociones en cuentas y depósitos, que incluso han terminado siendo reguladas por el Gobierno (Ley Salgado) por considerarlas un problema a la solvencia presente y futura de las entidades y por lo tanto de la economía española.
Pero ¿por qué se considera un problema a la solvencia económica del país las “altas” rentabilidades a las cuentas y depósitos?
Aunque no existe una respuesta sencilla, una versión simplificada es que las entidades no tienen de dónde sacar el dinero que le han de devolver al cliente al vencimiento del producto ya que actualmente los bancos, cajas y cooperativas de crédito tienen como una de sus principales fuentes de ingresos los intereses cobrados por la concesión de préstamos personales e hipotecarios, la cual han tenido que restringir debido al aumento del número de impagos por parte de las familias.
He ahí otro problema económico actual: la restricción del crédito hipotecario y al consumo, Los bancos, cajas y cooperativas de de crédito alegan dicha restricción a la ya mencionada dificultad por obtener pasivo, pero entonces, de dónde sacan el dinero los establecimientos financieros de crédito (EFC), entidades financieras que únicamente están autorizadas a la concesión de préstamos y créditos, arrendamiento financiero, tarjetas de crédito, garantías y avales sin poder captar depósitos del público.