Como comentaba el otro día Droblo “Usted debe pagar impuestos. Pero no hay ley que diga que hay que dejar propina”. Así que con la temporada de impuestos al caer, la mayoría de la gente está preocupada por una única cosa, encontrar la manera de no pagar a hacienda más de lo imprescindible, para muchos de nosotros “desgravación fiscal” equivale a lo que hacienda me deja de robar por estar hipotecado hasta la médula. Ya que por ahí fuera están muy avanzados en esto de los impuestos veamos las 5 desgravaciones fiscales más estrambóticas a nivel mundial tal y como nos cuenta la gente de “Mint”.
Sobornos en Alemania
Han leído bien, según el BusinessWeek, es de hecho admisible deducirse sobornos comerciales privados en Alemania. Aunque, según se informa, la deducción es «poco utilizada», está, sin embargo, a disposición de cualquier hombre de negocios alemán que informe tanto de su identidad como del receptor del/los soborno/s. Muchos sin duda se sorprenderán de que el soborno sea legal en Alemania, y mucho más deducible, y General Motors está siendo muy criticada por «…haber conseguido, supuestamente, sobornos de proveedores que contribuyeron a construir sus plantas.» Por su parte, el BusinessWeek recomienda que Alemania «…acabe con la deducción por soborno» (reivindicaba añadir un 20-30% al coste de los contratos públicos) en su búsqueda en curso para reducir el fraude societario.
Niños grandes en Italia
Todos conocemos a alguien que se niega a abandonar la comodidad del hogar materno a pesar de superar la treintena. En Italia, no obstante, el problema es por lo visto tan grave que un tercio de todos los hombres por encima de los 30 viven en casa. La epidemia del «niño de mamá» italiana llamó la atención de los legisladores en 2008, incluyendo al Ministro de Economía, Tommaso Padoa-Schioppa, que exclamó «…debemos sacar a esos `niños grandes´de casa». Según un artículo de Reuters «Alboroto por las deducciones fiscales para los niños grandes,» la solución de Padoa-Schioppa fue una deducción de 1000€ para arrendatarios de entre veinte y treinta años. Hablando en favor de esta medida, Padoa-Schioppa ideó, «…con el presupuesto, contribuiremos a que los jóvenes que no se casen y sigan viviendo con sus padres se vayan de casa.» Los que critican la deducción ven la situación de la «sociedad italiana cada vez más envejecida en la que los mejores puestos de trabajo son ocupados por mayores de 50», más que como una pereza generalizada, como el origen de un problema mucho más complejo que el que pueda ser solucionado con un crédito fiscal de 1000€.
Whisky en Japón
Nada provoca más el ingenio contable que la evasión legal de impuestos. Un ejemplo era la práctica japonesa de «aguar» las botellas de brandy y de whisky en 1993. Para que se les aplicaran tipos impositivos, «…aproximadamente una quinta parte de los que serían de aplicación a la misma cantidad de whisky sin diluir,» los productores japoneses de whisky añadían agua al embotellar las bebidas alcohólicas, aprovechándose del hecho de que los miembros de la Comunidad Europea no podían hacer lo mismo, como consecuencia de las prohibiciones de sus propias legislaciones fiscales. El Consejo Empresarial Europeo del Comité de Bebidas Alcohólicas protestó enseguida contra esa evasión fiscal de los productores de bebidas japoneses, declarando que «…al whisky europeo le resulta imposible competir» en una entrevista con el Independent del Reino Unido.
Brujas en los Países Bajos
La mayoría de nosotros no llamaría brujería a una actividad que debería estar subsidiada con deducciones fiscales, pero el DailyMail británico difiere. Conozca a Margarita Rongen, una «bruja fiscalmente acreditada». Según el DailyMail, se garantizaba a las brujas holandesas «un regalo financiero cuando el tribunal comarcal de Leeuwarden reafirmó su derecho legal a desgravarse los gastos de formación» hasta varios miles de dólares en deducciones. La controvertida desgravación provocó graves críticas en 2005, pero según Rongen, (ataviada con «un vestido de terciopelo negro largo y suelto, una cadena de amuletos de piedras y una estrella de wicca»), la deducción fiscal se había aplicado durante un tiempo. La única diferencia, según Rogen, es que la deducción ahora cuenta con el apoyo del juez. Aún, es fácil ver por qué los ciudadanos holandeses están descontentos con que las deducciones fiscales beneficien a «…curaciones con hierbas y piedras, la elaboración de pociones, adivinación y predicción del futuro con bolas de cristal y jeroglíficos.»
Juegos “culturalmente británicos”
La industria de los videojuegos parece no necesitar el estímulo de las deducciones fiscales, pero según Joystiq, ellos las obtienen en cualquier caso, al menos en Gran Bretaña. Tan recientemente como junio de 2009, el gobierno británico «se comprometió a trabajar con la industria para encontrar pruebas sobre la necesidad de la aplicación de beneficios fiscales.» Pero aquí está el problema: para beneficiarse de las deducciones, los juegos en cuestión tenían que ser calificados como «culturalmente británicos.» No está claro cómo se determina esta cualidad, pero algunos han sugerido un criterio parecido para aquellos utilizados por el Consejo Cinematográfico del Reino Unido, que exige que las películas alcancen entre 16 y 31 puntos de «…contenido cultural, contribución, centros y profesionales.»
Vale, sé que no es un artículo de los que marcarán historia en la prensa económica pero ¿No deberíais estar comprando regalos en vez de mirar el Euribor?